SegĂºn un amplio estudio publicado, el consumo habitual de carne roja, sobre todo de carnes procesadas como el beicon, los perritos calientes y la fiambre, puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes de tipo II.

Los investigadores descubrieron que los individuos que consumĂan mayores cantidades de carne roja tenĂan un mayor riesgo de desarrollar diabetes, y que los que comĂan mĂ¡s (unas dos raciones completas) tenĂan un riesgo un 62% mayor en comparaciĂ³n con los que comĂan menos (unas dos raciones a la semana).
El estudio no prueba que la carne roja cause directamente diabetes de tipo 2, pero pone de relieve una asociaciĂ³n entre el consumo de carne roja y el riesgo de diabetes.
Los resultados apoyan investigaciones anteriores que plantean preocupaciones sobre el consumo excesivo de carne roja y sugieren que los cambios en la dieta pueden marcar la diferencia. Por ejemplo, sustituir una raciĂ³n diaria de carne roja por fuentes de proteĂnas vegetales o productos lĂ¡cteos puede reducir el riesgo de diabetes.
La carne roja es rica en proteĂnas, vitaminas y minerales, pero tambiĂ©n en grasas saturadas, sodio y conservantes, que pueden afectar negativamente a la salud. Se ha demostrado en estudios con animales que los altos niveles de sodio y los conservantes quĂmicos de las carnes curadas aumentan la inflamaciĂ³n y dañan las cĂ©lulas productoras de insulina del pĂ¡ncreas.
El hierro hemo presente en la carne roja tambiĂ©n puede influir en la producciĂ³n de insulina. Los estudios observacionales que relacionan la carne roja y la diabetes han demostrado que los individuos que consumen mĂ¡s carne roja tienen mĂ¡s probabilidades de tener un Ăndice de masa corporal mĂ¡s elevado, ser menos activos fĂsicamente y ser fumadores. Reducir el consumo de carne roja y elegir fuentes de proteĂnas mĂ¡s saludables puede ser beneficioso.