El objeto de Hoag, la extraña galaxia dentro de otra galaxia

El objeto de Hoag, la extraña galaxia dentro de otra galaxia

El telescopio Hubble, mostrando unas galaxias anulares, unos de los objetos más extraños de todo el universo. Un misterioso fenómeno conocido por la astronomía como el Objeto de Hoag.

El extraño Objeto Hoag

El objeto de Hoag, la extraña galaxia dentro de otra galaxia

En 1959, el astrónomo Arthur Hoag descubrió un extraño fenómeno mientras hacía su doctorado en Harvard. Como si se tratase de una broma del universo, observó una galaxia perfectamente esférica dentro de otra perfectamente anular.

Esta misteriosa pareja, llamada Objeto de Hoag, se ubica en la constelación de la Serpiente y mide alrededor de 100,000 años luz, y está a 600 millones de años luz de distancia. Lo más interesante es que es una de las galaxias anulares más extrañas, ya que es perfectamente simétrica. Su origen es desconocido, mucho más el por qué en su interior, en la zona oscura y vacía, se puede ver otra galaxia anular.

Existen galaxias de muchas  formas y tamaños, pero ninguna como las que tienen forma anulares. Estos objetos son sumamente extraños y apenas constituyen el 0,1% de todas las galaxias. Los astrónomos creen que son fruto de un choque en el que una galaxia pasó muy cerca de otra y quedó deshecha. O bien parece como si una galaxia atravesase el centro de otra como si fuese una bala.

El objeto de Hoag observado por el telescopio espacial Hubble en 2001, tiene un anillo masivo repleto de estrellas jóvenes de color azul que son muy brillantes. En el centro hay otra galaxia, menos luminosa. Si este objeto se hubiese formado a través de ese mecanismo de “la bala”, bien podría haber sido que el viaje de la galaxia del centro hubiera comprimido el gas de la otra, permitiendo el nacimiento de millones de estrellas. Si el mecanismo de colisión fue otro, la compresión y choque de los materiales acretados podrían haber generado esa ola de creación estelar.

Además de eso, el propio Arthur Hoag sugirió que dicha galaxia podría ser en realidad fruto de una ilusión óptica: que es el resultado del conocido como efecto de lente gravitacional, por el cual grandes masas desvían los rayos de luz de otros objetos y distorsionan nuestra visión. Pero, estudios siguientes con mejores telescopios permitieron descartar dicha hipótesis.

Lo último que se sabe del Objeto de Hoag, gracias a observaciones en ondas de radio, es que no absorbió una galaxia más pequeña en los últimos 3,000 millones de años. Por ello, si, el objeto es fruto de una colisión galáctica, de una muy antigua.

La colisión de las galaxias

El objeto de Hoag, la extraña galaxia dentro de otra galaxia

Las colisiones y fusiones de galaxias son frecuentes. Ocurren ya que algunas galaxias literalmente se tocan y comienzan a interaccionar gravitacionalmente. Al contrario de lo que podría parecer, las estrellas extraña vez chocan, porque están separadas entre sí dentro de las galaxias, y su fusión es en realidad una fuerza creadora. Las nubes de gas de las galaxias, una especie de combustible de reserva cumulado en su interior, chocan y se comprimen, desencadenando auténticos estallidos de formación de nuevas estrellas.

Por ello, a lo largo del tiempo, las galaxias se transforman. En un principio, las irregularidades eran más comunes, pero predominan las espirales y las elípticas, estas últimas dentro de cúmulos. Se cree que las espirales se forman a partir de la fusión de galaxias irregulares y que las elípticas son resultado de la fusión de galaxias espirales.

Sumado a eso, estas interacciones también pueden cambiar la estructura de las galaxias, incluso cuando no se fusionan. La cercanía de una galaxia a otra puede alargar los brazos espirales de otra, o incluso disgregarlos y dispersar sus estrellas. A veces, los estallidos de formación estelar terminan cuando el calor generado por las estrellas acaba expulsando el gas, de forma que el centro queda poblada por estrellas de vida larga, como enanas rojas.

El objeto de Hoag son uno de esos sucesos tan extraños que nos revelan que, quizás, no sabemos casi nada de lo que se encuentra en nuestro universo. Por el momento, los astrónomos continúan estudiando estas misteriosas galaxias.

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