La NASA ha logrado capturar seis imágenes en primer plano de Ío, la luna más cercana y volcánica de Júpiter, gracias a la sonda Juno. Este sobrevuelo histórico revela detalles inéditos de los polos norte y sur de Ío, proporcionando valiosa información sobre su actividad geológica y características únicas.

Créditos: NASA/SwRI/MSSS
La NASA ha cerrado el año 2024 con un logro asombroso al obtener seis imágenes en primer plano de Ío, la luna más cercana a Júpiter y la más volcánica de todo el sistema solar. Este hito fue posible gracias a la sonda Juno, que realizó un sobrevuelo a tan solo 2.800 kilómetros de distancia del satélite el pasado 30 de diciembre, marcando la aproximación más cercana de una nave espacial a Ío en más de dos décadas. Las imágenes recién recibidas ofrecen un vistazo sin precedentes a los polos norte y sur de Ío, permitiendo a los científicos de la NASA explorar este intrigante cuerpo celeste de manera detallada. Ío es una de las cuatro lunas galileanas descubiertas por Galileo Galilei en 1610, es la tercera más grande de Júpiter, con un diámetro de 3.600 kilómetros. Lo que distingue a Ío es su actividad geológica intensa, siendo el lugar con mayor actividad volcánica en todo el sistema solar, y esta luna está salpicada de volcanes que emiten azufre, proporcionándole un característico color amarillo-rojizo. Se cree que esta actividad volcánica es resultado de las fuerzas de marea generadas por la cercanía de Júpiter y la interacción gravitatoria con otras lunas como Europa y Ganímedes, que agitan y calientan el interior de Ío. A pesar de su belleza única, Ío no es un lugar amigable para visitar, ya que se estima que tiene la menor cantidad de agua de todos los objetos conocidos en el sistema solar. La atmósfera de Ío es tenue y está formada principalmente por dióxido de azufre, las partículas ionizadas resultantes quedan capturadas por el campo magnético de Júpiter, dando origen a un destacado cinturón de radiación que envuelve la luna. Las observaciones detalladas de Juno contribuirán significativamente al entendimiento de la frecuencia y características de las erupciones volcánicas en Ío, así como al estudio del flujo de lava y su relación con las partículas cargadas de la magnetosfera de Júpiter. La sonda Juno, lanzada en agosto de 2011, ha estado en órbita alrededor de Júpiter desde julio de 2016. Originalmente programada para finalizar en 2018, la misión ha sido extendida varias veces, brindando a los científicos una visión más profunda de la composición, gravedad, campo magnético y magnetosfera del gigante gaseoso. Sin embargo, la intensa radiación a la que está expuesta la sonda ha comenzado a afectar sus instrumentos, incluida la JunoCam, la cámara responsable de capturar estas impresionantes imágenes. Con un nuevo sobrevuelo de Ío programado para el 3 de febrero de 2024, la misión extendida de Juno continuará hasta finales de 2025, brindando aún más información valiosa antes de concluir su viaje espacial.