Hablar con su perro tiene más beneficios de los que cree, avalados por descubrimientos cientÃficos. Los perros responden al tono emocional de las voces humanas, sobre todo a la caracterÃstica voz aguda o cantarina que suele emplearse en el habla “dirigida al perro”.

Este estilo no sólo capta su atención con mayor eficacia, sino que también hace que los perros pasen más tiempo cerca de alguien que utiliza el habla dirigida al perro, según revela un estudio publicado.
Aunque los perros no comprendan las palabras exactas, procesan el habla humana en regiones cerebrales similares a las utilizadas por las personas. Los estudios de resonancia magnética funcional (IRMf) demostraron que tanto los perros despiertos como los humanos mostraban actividad en las mismas áreas cerebrales al escuchar voces humanas, y ambos eran sensibles a los tonos emocionales de las vocalizaciones.
Las investigaciones con IRMf descubrieron además que el centro de recompensa del cerebro de un perro responde más a la voz de su dueño que a la de otra persona. Los perros con un fuerte apego a sus dueños también muestran una mayor respuesta neuronal a las voces de sus dueños, incluso cuando no pueden verlos, lo que demuestra que el simple hecho de oÃr una voz familiar les produce alegrÃa.
Además, hablar a su perro cara a cara y mantener el contacto visual puede provocar un aumento de oxitocina, conocida como la “hormona del amor” u “hormona de los mimos”, que beneficia tanto al humano como al perro. Esta mirada mutua crea un bucle positivo mediado por la oxitocina, que refuerza el vÃnculo entre ambos.
Sorprendentemente, a algunas personas les resulta más cómodo confiar emociones desagradables a sus perros que a sus confidentes humanos. Los perros, al escuchar sin juzgar, proporcionan un espacio seguro para expresar las emociones sin temor a interrupciones o desacuerdos.
Este acto de nombrar o etiquetar los sentimientos, ya sea a una persona o a un perro, puede ayudar a procesar las emociones y reducir su intensidad. El aspecto singular de los perros es su incapacidad para entablar una conversación sobre las emociones, lo que puede evitar la rumiación y animar a seguir adelante.
Los perros suelen contribuir a mejorar el estado de ánimo ofreciendo distracciones o incitando al juego y a acurrucarse, fomentando un vÃnculo más fuerte con sus dueños.
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