Es un estereotipo casi universalmente común que los hombres con gusto por los autos deportivos están compensando algo más que su pasión por la velocidad. Aunque puede parecer algo dicho para juzgar , ¿qué pensarías si te dijera que un grupo de psicólogos decidió investigarlo desde un punto de vista científico y encontró pruebas de que puede ser real?
En un estudio realizado con la ayuda de un equipo de psicólogos de la University College London, dirigido por el profesor Daniel C. Richardson, analizaron la conexión entre la autoimagen masculina y la elección de vehículos deportivos. Este estudio incluyó a 200 hombres de habla inglesa, con edades comprendidas entre los 18 y los 74 años.
A los participantes se les pidió completar una tarea en línea, se les dijo que era una prueba de su capacidad para recordar hechos mientras compraban diferentes productos.
En cada ronda del experimento, a los participantes se les mostró una declaración en la pantalla durante siete segundos, seguida de una imagen de un producto: algunos de lujo y algunos artículos cotidianos. Se les pidió decir cuánto les gustaría tener el producto. Para finalizar, se les mostró nuevamente la afirmación original o una afirmación con un cambio sutil y se les preguntó si era verdadera o falsa.
Ahora el truco fue que enterradas dentro de todas estas preguntas había algunas afirmaciones sobre el tamaño promedio del pene. Estas particulares declaraciones siempre iban seguidas de la imagen de un coche deportivo. La cuestión es que, aunque a los participantes se les había hecho creer que estas declaraciones eran objetivas, a veces no lo eran.
Para intentar manipular la autoestima de los participantes, a algunos miembros del grupo se les dijo que el tamaño promedio de un pene erecto es de 18 centímetros, mientras que al resto se les dijo que es de 10 centímetros . El promedio real se encuentra en algún punto intermedio. La idea era que los hombres a quienes se les dijera que el tamaño promedio es mucho más grande de lo que es, en consecuencia creerían que su propio pene era más pequeño, y que lo contrario sería cierto para aquellos a quienes se les dijera que el promedio es más pequeño que eso.
Al analizar los resultados los investigadores se dieron cuenta que los hombres que creían que el tamaño de su pene era menor al promedio expresaron un mayor interés en los autos deportivos. Este efecto fue especialmente notable en participantes mayores de 30 años.
El estudio aún no ha sido revisado por pares, por lo que se necesitan estudios similares para verificar sus hallazgos.
Estos resultados se suman a un conjunto actual de estudios que exploran cómo las inseguridades personales pueden afectar el comportamiento del consumidor y, en particular, cómo los hombres pueden utilizar la adquisición de artículos de lujo para compensar o confirmar su identidad.