A pesar de tener una distancia y un tamaño similar al de la Tierra en relación con el Sol, Venus no podría ser más diferente. Es por ello que la ESA ha lanzado una nueva misión para averiguar por qué este planeta es tan inhóspito.
En camino a comprender Venus
La Agencia Espacial Europea, la ESA, se ha embarcado en una nueva misión espacial para explorar nuestro vecino planetario más cercano, Venus, con detalles nunca antes vistos. La nave espacial se llama EnVision, y estudiará el planeta desde su núcleo interno hasta su atmósfera exterior, para ayudar a los astrónomos a comprender por qué es tan abrasador, tóxico y diferente a la Tierra.
Los trabajos en la nave espacial y sus instrumentos empezarán a finales de este año, después de la selección de un contratista industrial. EnVisión se pondrá en órbita a bordo de un cohete Ariane 6 desde el puerto espacial europeo en la Guayana Francesa, en 2031.
Thomas Voirin, líder del proyecto, declaró que EnVisión será el encargado de responder las preguntas que se han tenido durante años sobre Venus, posiblemente el planeta del Sistema Solar del que se tiene menos información.
A menudo, Venus es llamado “el gemelo de la Tierra”, aunque a comparación de nuestro mundo, es un verdadero infierno. Está rodeado de espesas nubes de dióxido de carbono, la presión es 90 veces mayor a la de la Tierra. Esta capa de gas provocó un efecto invernadero fuera de control, elevando las temperaturas hasta 460 grados.
Pero como si eso no fuera suficiente, la lluvia de Venus es esencialmente ácido sulfúrico muy corrosivo, que quemaría gravemente la piel en cuestión de segundos.
Y aun así, eso no es lo más extraño de todo. En Venus hay “nieve”, no del tipo con el que podrías hacer una guerra de bolas de nieve o un muñeco. Esta sustancia está formada por restos de metales basálticos vaporizados por la atmósfera del planeta.
Tan diferente a la Tierra
Venus es parecida en tamaño y distancia del Sol a la Tierra, así que saber por qué su clima es tan inhóspito ha sido un tema de debate para los astrónomos desde… siempre. Los científicos esperan que EnVision ayude a desentrañar este misterio. La expedición busca revelar cómo Venus evolucionó con el tiempo, si alguna vez tuvo océanos y qué tan geológicamente activo es y por qué empezó su descontrolado efecto invernadero.
Anne Grete Straume-Lindner, científica del proyecto, dijo:
“Lo especial de EnVision es el enfoque de la misión de estudiar todo el planeta como un sistema. Investigará la superficie, el interior y la atmósfera de Venus con una precisión sin precedentes, lo que nos permitirá comprender cómo funcionan e interactúan entre sí”.
Para investigar el clima pasado y presente, EnVision llevará una amplia gama de instrumentos científicos. Una sonda de radar subterránea sondeará debajo de la superficie de Venus, mientras que un segundo instrumento de radar, VenSAR, mapeará la superficie con una resolución de hasta 10 metros y determinará propiedades como la textura de la superficie.
Además, tres espectrómetros diferentes estudiarán la composición de la superficie y la atmósfera. Un experimento de radiociencia usará ondas de radio para estudiar la estructura interna del planeta y las propiedades de la atmósfera.
La misión se basa en la primera nave espacial de la ESA, enviada para cartografiar la atmósfera del planeta, Venus Express, que orbitó Venus de 2005 a 2014. Pero, esta vez, EnVision no irá sola. Las expediciones DAVINCI y VERITAS de la NASA, también se embarcarán en un viaje a Venus en la próxima década.