¿Has visto la casa en el árbol más grande del mundo? Hace ya varias décadas, en un rincón perdido de Crossville, Tennessee, se erigía majestuosa la Casa en el Árbol del reverendo Horace Burgess. Una construcción que desafió las alturas, alcanzando los 30 metros y albergando más de 80 habitaciones. Pero, como suele suceder, hasta las creaciones más extraordinarias no están exentas del destino.

La casa en el árbol más grande del mundo fue un Encargo Divino
En algún día difuso del año 1993, mientras el reverendo Burgess oraba, asegura que recibió un mensaje divino: “Si construyes una casa en un árbol, me encargaré de que nunca te quedes sin material“. Sin cuestionar el propósito de Dios, dedicó 12 años de su vida a dar forma a esta visión celestial.
Con paciencia y dedicación, Horace Burgess utilizó madera, alrededor de 258,000 clavos disparados con una pistola y otros 225 kilos martillados con fuerza. El resultado: la imponente Casa del Árbol más grande, también conocida como Casa del Ministro, que se completó en 2005.

Esta obra maestra no era simplemente una casa en el árbol. Con cocinas, baños, una escuela y hasta una pista de baloncesto en el porche, la estructura se asemejaba más a una pequeña ciudad suspendida en las alturas. Sostenida por un roble gigantesco y otros árboles más pequeños, la promesa divina de material nunca incumplida.
Aunque técnicamente era una iglesia, la Casa en el Árbol más grande del mundo no cumplía con las normas de seguridad requeridas para ser un lugar público. En 2012, las autoridades decidieron cerrar sus puertas. El lugar quedó abandonado, víctima de vandalismo que marcó sus paredes de madera con grafitis.
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El trágico adiós: La casa del árbol más grande se quemó
El 22 de octubre de 2019, un incendio misterioso y devastador envolvió la Casa del Árbol en llamas. En tan solo 15 minutos, esta maravilla arquitectónica se redujo a cenizas. La causa del fuego permanece sin descubrir, sumiendo en la tristeza al reverendo Burgess.
Con el corazón apesadumbrado, Burgess confesó a la prensa local que la mayoría de los matrimonios que se habían celebrado en su creación habían terminado en divorcio. Para él, el incendio marcó un alivio. “La casa en el árbol siempre ha sido un dolor“, afirmó.
Un legado en fotografías



Hoy, lo que queda de la casa en el árbol más grande son las imágenes que capturan la grandiosidad y la tragedia de esta casa en el árbol única. Un final triste para una historia peculiar que, aunque desaparecida, persistirá en la memoria de quienes alguna vez se maravillaron ante ella.