
Cuando Elon Musk tomó las riendas de Twitter, el mundo enloqueció, todo fue un caos y el magnate tecnológico se sentía en la cima del mundo… y parece que su ego llegó a un punto incontrolable cuando decidió burlarse de Haraldur Thorleifsson, un ex empleado discapacitado de la plataforma que fue despedido por él, cambiando para siempre la vida del hombre y demostrando que Musk, no es el filántropo buena onda que muchos creen que es.
Haraldur Thorleifsson y su desagradable contacto con Elon Musk

El CEO de Twitter, actual X, tocó fondo después de haber adquirido la plataforma, cuando decidió reírse del empleado Haraldur Thorleifsson, quién decidió preguntarle a través de un tweet si se había visto afectado por los despidos que hizo el magnate en la empresa. A lo largo de la conversación, Thorleifsson confirmó que, efectivamente, había sido despedido.
Haraldur Thorleifsson es el fundador de Ueno, una agencia digital que fue absorbida por Twitter en 2021. Se vio atrapado en el caos que produjo Elon Musk, cuando perdió acceso a su computadora de trabajo. El hombre preguntó al departamento de recursos humanos si todavía tenía trabajo, pero le dijeron que no lo sabían. Después de enviar un correo electrónico al nuevo dueño sin recibir respuesta, decidió twittear directamente.
Cómo era de esperarse, el tweet se hizo viral y captó la atención de Musk y, como todos sabemos, esto puede ser: o muy bueno o muy malo. El boletín informativo de Platformer informó que el CEO de Twitter estaba “furioso” después de que un ingeniero rompiera enlaces e imágenes en Twitter durante ese día, así que cuando Musk se encontró con el mensaje, no estaba de humor.
El CEO comenzó preguntando a Haraldur Thorleifsson, con sede en Islandia, qué tipo de trabajo devengaba. Él respondió que no podía discutirlo públicamente en Twitter sin la aprobación previa de los abogados de Musk, a lo que el mismo Elon desestimó, dándole permiso a que lo hiciera. El empleado continuó enumerando una serie de cosas de la que era responsable, incluyendo liderar el esfuerzo para ahorrar 500.000 dólares en un contrato de SaaS, liderar críticas para mejorar el diseño en toda la empresa, servir como gerente de contratación para todos los roles de diseño y priorizar proyectos de diseños para acomodar al equipo más pequeño de Twitter.
Musk solicitó más detalles y, después, respondió con dos emojis:
El dueño de X siguió haciéndole preguntas y exigió imágenes de su trabajo.
Del despido a las burlas
Haraldur Thorleifsson respondió que no podía proporcionar fotos o documentos porque Twitter había bloqueado su computadora, agregando que podría proporcionar todo lo que le pedía si restauraban su acceso al dispositivo. La charla duró casi una hora, hasta que recursos humanos “milagrosamente” respondió que, efectivamente, ya no trabajaba para la empresa.
Pero no solo bastó con burlarse por tanto tiempo de su ex empleado, Musk después procedió a hablar mal de él; puso en duda su discapacidad, una distrofia muscular llamada distrofinopatía, y dijo que no podía haber sido despedido, ya que no trabajaba.
En su sitio web, Haraldur Thorleifsson explicó que usa una silla de ruedas y está perdiendo lentamente fuerza en la parte superior del cuerpo y en los brazos.
“La realidad es que este tipo (que es independientemente rico) no hizo ningún trabajo real, afirmó como excusa que tenía una discapacidad que le impedía escribir, pero al mismo tiempo estaba tuiteando como una tormenta. No puedo decir que tenga mucho respeto por eso. Pero, ¿fue despedido? ¡No, no puedes ser despedido si no estabas trabajando en primer lugar!”
Haraldur Thorleifsson respondió a los comentarios crueles sobre su desempeño, señalando que Musk estaba revelando información confidencial sobre su salud, también explicó sobre los efectos de la distrofia muscular en su cuerpo. Thorleifsson compartió que comenzó a usar una silla de ruedas a los 25 años y hoy necesita ayuda para entrar y salir de cama o para usar el baño.
Sobre los comentarios que dijo Elon, también declaró que desde que entró en la empresa, recursos humanos estaba al tanto que no podía hacer trabajo manual por tiempo prolongado, pero podía escribir durante una o dos horas seguidas.
“Esto no fue un problema en Twitter 1.0 ya que era director senior y mi trabajo era principalmente ayudar a los equipos a avanzar, darles orientación estratégica y táctica. Estoy escribiendo esto en mi teléfono por cierto. Es más fácil para mí porque solo necesito usar un dedo”.
En cuanto a su despido, Haraldur Thorleifsson dijo que estaba “bien” y afirmó que esas cosas suceden. Las empresas en general informan a las personas cuando han sido despedidas, pero eso “parecía ser opcional en Twitter ahora”.
Otros despidos y la “disculpa” final
La plataforma TechCrunch dijo que tanto Thorleifsson y otros fundadores de empresas que Twitter había adquirido en el pasado, estaban protegidos, porque era demasiado caro pagar sus liquidaciones. Se informó que la ex gerencia de productos y fundadora de Squad, Esther Crawrod, quien acaparó titulares por dormir en las oficinas de Twitter para cumplir con los plazos de Musk, también estaba en la lista de protegidos y también fue despedida.
Viendo la ola de rechazo que trajo esta serie de tweets, los cuales siguen públicos y no han sido borrados, Elon Musk cambió de opinión y se disculpó, atribuyendo todo el asunto a un “malentendido”.
“Acabo de hacer una videollamada con Halli para descubrir qué es real y qué no de lo que me dijeron”, tuiteó Musk en respuesta a otro usuario de Twitter que respondía por Haraldur Thorleifsson.
“Es una larga historia”, dijo Musk. “Es mejor hablar con la gente que comunicarse vía tweet.”
“Me gustaría disculparme con Halli por haber malinterpretado su situación”, continuó Musk. “Se basó en cosas que me dijeron que no eran ciertas o, en algunos casos, verdaderas, pero que no tenían sentido”.
Musk finalizó sus tweets sobre el tema diciendo que Thorleifsson estaba considerando “permanecer” en Twitter.
Esta no es la primera vez que Elon Musk se encuentra envuelto en una situación bastante repudiable y cada vez se van sumando más a la lista. Quizás, el costo de la “libertad” en Twitter, ahora X, podría haber sido demasiado alto.