El estilo de vida sedentario, una característica común en la sociedad moderna, ha generado una creciente preocupación en el ámbito de la salud. Cada vez más estudios sugieren que pasar la mayor parte del día sentado puede tener consecuencias graves para nuestra salud a largo plazo.
Desde las oficinas hasta el teletrabajo, muchas personas pasan largas horas en sus escritorios, lo que plantea la pregunta: ¿estar sentados todo el día en el trabajo nos está matando lentamente?
El impacto del sedentarismo en la salud

Si estás sentado en este momento, prepárate para leer malas noticias. Una lista de evidencias que no hace más que crecer y crecer, sugieren que muchos de nosotros hemos estado firmando una sentencia de muerte lenta y ni siquiera sospechamos que lo hemos hecho.
¿La razón? La poca actividad, trabajar en oficina todo el día. Básicamente, por estar sentados. El sedentarismo no solo afecta nuestra condición física, sino que también tiene repercusiones a nivel metabólico y cardiovascular.
Un estudio realizado en 2017, que incluyó a casi 8.000 adultos, reveló que pasar más de 12,5 horas al día sentado está asociado con un mayor riesgo de mortalidad temprana. Incluso aquellos que se ejercitaban regularmente no estaban exentos de este riesgo, lo que subraya que la actividad física por sí sola no compensa los efectos negativos de un estilo de vida sedentario.
Riesgos Cardiovasculares
Estar sentado durante períodos prolongados puede ralentizar el metabolismo, lo que afecta la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en la sangre y la presión arterial. Estos cambios metabólicos incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la aterosclerosis.
Un estudio australiano de 2012 destacó que incluso las personas que realizaban más de 300 minutos de actividad física a la semana seguían enfrentando un mayor riesgo de muerte si pasaban demasiado tiempo sentadas.
Diabetes y otros problemas de salud
La inactividad prolongada también está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Estar sentado durante largos periodos afecta la sensibilidad del cuerpo a la insulina, lo que puede llevar a un control deficiente de los niveles de glucosa en sangre. Además, se ha demostrado que el sedentarismo aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de colon y de mama.
Reducir el tiempo que pasamos sentados

A pesar de la creciente conciencia sobre los riesgos del sedentarismo, muchas personas luchan por reducir el tiempo que pasan sentadas. Un informe del Reino Unido estimó que al menos 70.000 muertes al año están vinculadas a un estilo de vida sedentario, y el impacto financiero en el sistema de salud pública es considerable.
A pesar de estos desafíos, existen varias estrategias para mitigar los efectos negativos de estar sentados todo el día.
Incorporar movimiento en la rutina diaria
Levantarse y moverse con frecuencia durante la jornada laboral es crucial para reducir los riesgos asociados con el sedentarismo. Un estudio publicado en el informe “Start Active, Stay Active” recomendó hacer pausas regulares de uno o dos minutos para interrumpir largos periodos de estar sentado. Esto puede incluir actividades simples como caminar por la oficina, estirarse o preparar una taza de café.
Uso de escritorios de pie y otras estrategias
Los escritorios de pie se han convertido en una opción popular para quienes buscan reducir el tiempo que pasan sentados. Estos escritorios permiten ajustar la altura para trabajar de pie, lo que ayuda a mejorar la postura y la circulación.
Aunque no todos los trabajos permiten el uso de escritorios de pie, existen otras formas de mantenerse activo, como optar por las escaleras en lugar del ascensor o caminar mientras se habla por teléfono.
Beneficios para el cuerpo
- Favorece la circulación: Caminar mejora el flujo sanguíneo, lo que ayuda a mantener el corazón saludable y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Mejora la digestión: El movimiento ayuda a que los alimentos se desplacen a través del sistema digestivo, lo que puede prevenir problemas como el estreñimiento.
- Controla el azúcar en sangre: Caminar después de las comidas puede ayudar a regular los niveles de glucosa, lo que es especialmente beneficioso para las personas con diabetes.
- Fortalece músculos, huesos y articulaciones: El movimiento regular fortalece los músculos y los huesos, y mantiene las articulaciones flexibles, reduciendo el riesgo de osteoporosis y artritis.
Beneficios para la mente

- Reduce la ansiedad: La actividad física libera endorfinas, que son conocidas por mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
- Potencia la creatividad y la concentración: Caminar puede estimular el pensamiento creativo y mejorar la capacidad de concentración y aprendizaje.
- Aumenta la serotonina y las endorfinas: Estas sustancias químicas del cerebro mejoran el estado de ánimo y promueven una sensación de bienestar general.
- Incluso un paseo corto puede cambiar por completo tu estado mental. No se necesita una caminata larga para empezar a notar los beneficios.
¿Es suficiente estar de pie en lugar de sentado?

Aunque estar de pie activa más músculos y quema más calorías que estar sentado, no sustituye a caminar. Los escritorios de pie pueden mejorar la postura y la productividad, pero no son suficientes por sí solos. Nuestro cuerpo necesita movimiento regular para mantener la salud.

El cuerpo humano evolucionó para caminar largas distancias a diario; está en nuestros genes. Los cazadores-recolectores caminaban una media de 10 a 25 km al día. Hoy en día, la persona promedio apenas camina 3 km. Esta drástica reducción en la actividad física tiene consecuencias significativas para nuestra salud.

Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo aumentar mis pasos diarios sin cambiar mucho mi rutina?
¿Cuántos pasos debería dar al día para mantenerme saludable?
¿Qué beneficios tiene caminar para la salud mental?
¿Estar de pie es un buen sustituto para caminar?
¿Cuánto tiempo debería caminar cada día?
¿Es cierto que caminar puede prevenir enfermedades graves?
Estar tanto tiempo sentados se ha convertido en un verdadero asesino silencioso y un problema para la salud pública que afecta a millones de personas. Los estudios demuestran que mientras más tiempo estamos sentados, más propensos somos a enfermedades crónicas y mortalidad temprana.
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