Encuentran signos de COVID en el organismo años después de la primera infección

Todos recordamos el comienzo de la pandemia, cuando contagiarse de COVID solo implicaba unas semanas en cama, algo de tos y no poder oler ese delicioso desayuno que nos preparaban. Sin embargo, con el pasar del tiempo, los síntomas fueron cambiando y se hicieron mucho más prolongados que podían debilitarnos por meses y, según una nueva investigación, podría hacerlo incluso por años.

Encuentran signos de COVID en el organismo años después de la primera infección
Ya han pasado cuatro años de la pandemia del COVID.

Han pasado más de cuatro años de aquellos días tormentosos de la pandemia y la ciencia aún no comprende del todo lo que conlleva la afección prolongada. Sin embargo, un nuevo estudio que siguió a 24 pacientes con COVID durante los últimos 900 días, determinó un factor que parece ser primordial y que antes se había ignorado: las células T.

Cabe aclarar que este no es el primer estudio que vincula a esta enfermedad con estas células inmunitarias, de hecho, el mes pasado, el Imperial College de Londres insinuó en un estudio la posibilidad de que las terapias dirigidas con células T combaten la enfermedad. Pero aún así, sí es uno de los más antiguos, ya que empezó en 2020, muchos antes de que se aceptara la idea de que el COVID pudiera permanecer prolongadamente en el organismo.

Danny Altmann, profesor de inmunología del Imperial College de Londres, coautor del Penguin Handbook of Long Covid e investigador principal del estudio NIHR WILCO LONG COVID, no participó en el estudio, pero explicó que se trata de un enfoque novedoso que permite mapear las células T activadas en el cuerpo.

“Hallaron patrones de activación de células T a largo plazo que podrían ayudar a explicar los patrones de los síntomas de Covid prolongado. Por ejemplo, las personas con síntomas respiratorios mostraron una migración prolongada de células T activadas a los pulmones”.

Residuos de COVID en el organismo años después

Encuentran signos de COVID en el organismo años después de la primera infección
Los síntomas del COVID podrían durar años.

Otras exploraciones mostraron células T actividas que se aglomeraron en la pared intestinal, lo que llevó al equipo a estudiar biopsias intestinales. Ahí volvieron a encontrar la presencia de ARN de COVID.

Este descubrimiento fue impactante en comparación con seis muestras de control: exploraciones hechas antes de la pandemia, cuando nadie se había contagiado, como explicó Stat Michael Peluso, profesor adjunto de medicina en la Universidad de California en San Francisco, autor principal del artículo. En este caso, aunque las células T se activaron, se concentraron donde debería: el hígado, los riñones y otras zonas comunes para eliminar la inflamación. Pero en pacientes con COVID prolongado, estaban en todas partes. 

“Dios mío, esto está sucediendo en la médula espinal de alguien, o en su tracto gastrointestinal, o en la pared del corazón, o en sus pulmones”.

Claramente, el estudio no es algo totalmente seguro, ya que no se sabe con certeza a que reaccionan las células T y los investigadores no están seguros si se muestran restos de infecciones antiguas o partículas activas del virus. No obstante, sí podría dar respuestas importantes:

“Ha habido una gran cantidad de datos inferenciales que respaldan la opinión de que un factor clave que sustenta el Covid prolongado puede ser que algunas personas no eliminan adecuadamente el virus y albergan reservorios de SARS-CoV-2 en sus tejidos”, señaló Altmann, pero “ha sido difícil de probar”.

Aun así, el estudio podría ser un paso importante para entender más cómo funciona la enfermedad y los tratamientos más efectivos para tratar a decenas de millones. 

El estudio se publicó en la revista Science Translational Medicine .

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