La NASA afirma que China tiene la capacidad de “ralentizar” la rotación de la Tierra

La NASA ha señalado un efecto fascinante relacionado con la presa de las Tres Gargantas en China: su capacidad para influir en la rotación de la Tierra. Esta obra maestra de la ingeniería moderna, conocida por su capacidad hidroeléctrica y su control de inundaciones, es un ejemplo de cómo nuestras construcciones pueden tener efectos que trascienden el ámbito humano. La redistribución de una enorme masa de agua detrás de esta colosal estructura ilustra cómo las acciones humanas pueden alterar sistemas planetarios, generando preguntas sobre sostenibilidad y responsabilidad global.

La capacidad de la presa de las Tres Gargantas según la NASA

La NASA afirma que China tiene la capacidad de “ralentizar” la rotación de la Tierra

Ubicada en el río Yangtsé, en la provincia china de Hubei, la presa de las Tres Gargantas es la central hidroeléctrica más grande del mundo. Su construcción tomó 18 años, concluyendo en 2012, y destaca por sus cifras imponentes: una longitud de 2.335 metros, una altura de 185 metros y la capacidad de contener 40 kilómetros cúbicos de agua, equivalentes a 40 billones de litros.

El principal objetivo de esta megaestructura es doble: generar energía limpia y controlar inundaciones devastadoras en la región. Sin embargo, el simple acto de acumular tanta agua en un solo punto del planeta tiene implicaciones físicas más profundas, explicó la NASA. Cuando la masa del agua se redistribuye, afecta el momento de inercia de la Tierra, una propiedad fundamental que influye en su rotación.

Este fenómeno se basa en principios físicos básicos: al mover grandes masas, se altera el equilibrio del planeta, lo que puede afectar el tiempo que tarda en completar una rotación sobre su eje. Aunque estos cambios son imperceptibles para la vida cotidiana, son medibles y evidencian cómo nuestras creaciones pueden influir en sistemas planetarios.

La ciencia detrás del cambio rotacional

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El concepto de momento de inercia es clave para entender este fenómeno. En 2005, la NASA estudió cómo el terremoto y tsunami del Océano Índico de 2004 afectaron la distribución de la masa terrestre. Este evento natural cambió el momento de inercia del planeta, acortando los días en 2,68 microsegundos.

Del mismo modo, las actividades humanas, como llenar represas gigantes, pueden producir efectos similares. El Dr. Benjamin Fong Chao, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, señaló que al llenar la presa de las Tres Gargantas, el agua desplazada podría mover el polo de la Tierra aproximadamente 2 centímetros y alargar un día en 0,06 microsegundos.

Aunque estos números son diminutos, el impacto acumulativo de múltiples actividades humanas, como la construcción de represas, el derretimiento de los glaciares debido al cambio climático o la extracción masiva de recursos, puede tener consecuencias más significativas a largo plazo.

¿Cómo nos afecta?

La NASA afirma que China tiene la capacidad de “ralentizar” la rotación de la Tierra

Más allá de la curiosidad científica, los hallazgos sobre la presa de las Tres Gargantas plantean preguntas importantes sobre el impacto humano en los sistemas naturales. La construcción de represas es solo una de las muchas formas en que alteramos el equilibrio del planeta. Factores como el cambio climático, que redistribuye agua a través del deshielo polar, también influyen en la rotación de la Tierra y sus ciclos naturales.

A medida que los días se alargan imperceptiblemente y los polos cambian de posición, los expertos consideran soluciones como los segundos intercalares negativos para mantener la precisión de los relojes atómicos. Aunque esta medida parece menor, subraya la necesidad de vigilar cuidadosamente el impacto acumulativo de nuestras acciones en el entorno global.

Por otra parte, países como Estados Unidos, Brasil e India también desarrollan proyectos hidroeléctricos masivos que podrían tener efectos similares. Si se combinan todos estos esfuerzos, el impacto global podría ser mayor de lo anticipado. Esto plantea la necesidad urgente de repensar cómo equilibramos el desarrollo humano con la sostenibilidad ambiental.

La presa de las Tres Gargantas ejemplifica el poder del ingenio humano para transformar la naturaleza, pero también nos recuerda que nuestras acciones tienen repercusiones globales, incluso en los sistemas planetarios. Si bien, como dice la NASA, el impacto de esta estructura en la rotación de la Tierra es sutil, no deja de ser una advertencia sobre los efectos dominó que pueden desencadenarse al remodelar el paisaje terrestre.

Referencia:

  • NASA/Three Gorges Dam, China. Link.

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