El acelerado deshielo del Ártico está poniendo en peligro a una de sus especies más emblemáticas: el oso polar. Un reciente estudio de la Universidad de Toronto Scarborough, publicado en Science, reveló que la población de estos animales en la Bahía de Hudson, Canadá, ha disminuido en un 50% en los últimos 50 años. Este drástico descenso se debe principalmente al calentamiento global, que reduce el hielo marino y dificulta la caza de focas, su principal fuente de alimento. Si esta tendencia continúa, los osos polares podrían enfrentar la extinción en las próximas décadas.
El deshielo del Ártico amenaza al oso polar

El cambio climático ha acelerado el derretimiento del hielo marino, privando al oso polar de la plataforma que necesita para cazar. A medida que el hielo se derrite antes en la primavera y se congela más tarde en el otoño, estos depredadores tienen menos tiempo para alimentarse, lo que los obliga a ayunar durante períodos más prolongados.
Este fenómeno ha provocado una serie de consecuencias devastadoras para la especie:
- Reducción de la energía y oportunidades de caza: La falta de hielo limita su acceso a las focas, lo que disminuye su ingesta de alimentos.
- Pérdida de peso drástica: Tanto las crías como los adultos están cada vez más delgados, lo que afecta su resistencia y capacidad de supervivencia.
- Disminución de la tasa de reproducción: La desnutrición impide que las hembras tengan la energía suficiente para gestar y alimentar a sus cachorros.
Según el estudio, las hembras adultas han perdido en promedio 39 kilos en las últimas cuatro décadas, mientras que las crías han reducido hasta 26 kilos, disminuyendo sus posibilidades de sobrevivir al primer año de vida.
El deshielo del Ártico no solo afecta al oso polar, sino que está transformando todo el ecosistema de la región. A medida que el hielo desaparece, otras especies también se ven obligadas a adaptarse o enfrentar la extinción. Esto genera un efecto en cadena que amenaza la biodiversidad del Ártico y altera el equilibrio natural de la zona.
Un llamado a la acción

“La pérdida de hielo no solo significa menos caza, sino también menos cachorros fuertes para el futuro”.
Así explicó Elizabeth Peacock, coautora del estudio. John P. Whiteman, investigador principal, advirtió: “El destino de los osos polares está estrechamente vinculado al estado del hielo marino”.
Si el calentamiento global continúa al ritmo actual, los científicos predicen que los osos polares podrían desaparecer en menos de un siglo. Esto subraya la urgencia de tomar medidas para frenar el cambio climático y proteger los ecosistemas polares.
Las soluciones incluyen la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la transición hacia energías renovables y la protección de hábitats clave. Sin una acción inmediata, el mundo podría perder a una de sus especies más icónicas, convirtiendo al oso polar en una víctima más de la crisis climática.
La advertencia es clara: si no actuamos ahora, las futuras generaciones solo conocerán al oso polar a través de fotografías y relatos del pasado.
Referencia:
- Science/Energetic constraints drive the decline of a sentinel polar bear population. Link.