Cuando las personas buscan perder peso, suelen eliminar los refrescos azucarados o con edulcorantes artificiales. Sin embargo, la sensación burbujeante puede echarse de menos. En este contexto, el agua con gas aparece como una alternativa sin calorías ni químicos indeseados. Un estudio reciente publicado en BMJ Nutrition, Prevention & Health sugiere que podría inducir cambios fisiológicos beneficiosos para la pérdida de peso, aunque sus efectos son mínimos.

El agua con gas y su relación en el control de la glucosa en sangre

El Dr. Akira Takahashi, del Hospital de Neurocirugía Tesseikai en Japón, exploró en su estudio la relación entre el agua con gas y la regulación de la glucosa en sangre. Su hipótesis se basa en la hemodiálisis, un procedimiento médico en el que los niveles de dióxido de carbono en la sangre cambian, favoreciendo el uso de la glucosa.

Takahashi teoriza que beber agua con gas podría generar un efecto similar. El dióxido de carbono en el torrente sanguíneo es convertido en bicarbonato, elevando el pH en los glóbulos rojos y permitiendo al cuerpo usar la glucosa con mayor eficiencia. Aunque esta teoría es interesante, el efecto sobre la pérdida de peso sería marginal y no sustituiría métodos tradicionales como la dieta y el ejercicio.

El agua con gas podría ayudar a perder peso de otras maneras

Más allá de sus posibles efectos a nivel celular, el agua con gas puede contribuir a la pérdida de peso de otras formas. La dietista Gabby Zeagler, @gabbyz_rd en Instagram, señala que beberla genera sensación de saciedad, reduciendo el apetito y ayudando a consumir menos calorías en las comidas posteriores.

Además, mantenerse bien hidratado con agua con gas ayuda a evitar la confusión entre sed y hambre, disminuyendo la ingesta de bocadillos innecesarios. También es una alternativa saludable a los refrescos y jugos azucarados, lo que reduce significativamente la ingesta calórica.

En algunos casos, el agua con gas puede mejorar la digestión y reducir la hinchazón, factores que pueden motivar a las personas a seguir un estilo de vida más saludable. Sin embargo, Zeagler advierte que no se debe considerar una solución mágica para perder peso.

Una dieta equilibrada y el ejercicio regular siguen siendo la mejor opción para perder peso

Aunque el agua con gas puede ser una alternativa a las bebidas calóricas, la pérdida de peso real requiere una combinación de dieta y ejercicio. Una alimentación rica en proteínas magras, fibra y grasas saludables ayuda a mantener la saciedad y conservar la masa muscular mientras se reduce grasa corporal.

El entrenamiento de fuerza y el ejercicio aeróbico son fundamentales para acelerar el metabolismo y quemar calorías. Además, el manejo del estrés y una buena calidad de sueño regulan hormonas clave como el cortisol y la leptina, que afectan el hambre y el metabolismo.

Zeagler también recomienda la alimentación consciente: prestar atención a las señales de hambre, comer sin distracciones y registrar el progreso con un diario o una aplicación. Esto permite identificar áreas de mejora y desarrollar hábitos saludables sostenibles.

El agua con gas podría ofrecer beneficios mínimos para la pérdida de peso al mejorar el uso de la glucosa, aumentar la saciedad y reducir la ingesta de calorías. No obstante, su impacto es limitado y no reemplaza una dieta equilibrada ni la actividad física.

Para lograr una pérdida de peso efectiva y duradera, lo más recomendable sigue siendo una combinación de alimentación saludable, ejercicio, buena gestión del estrés y sueño adecuado. Incorporar el agua con gas en la rutina diaria puede ser un complemento útil, pero no una solución milagrosa.

Referencia:

• Can carbonated water support weight loss? Link.