Al reemplazar las molƩculas fluorescentes en un proceso de imagen existente con otras que dispersan la luz, los investigadores han revelado un nivel completamente nuevo de detalles deslumbrantes dentro de nuestras cƩlulas vivas.

El ajuste innovador permitirĆ” a los cientĆficos observar directamente el comportamiento molecular durante un perĆodo mucho mĆ”s largo, abriendo una ventana a procesos biológicos fundamentales como la división celular.
El ingeniero biomƩdico de la Universidad de Michigan, Guangjie Cui explica:
“La cĆ©lula viva es un lugar ocupado con proteĆnas bullendo aquĆ y allĆ”. Nuestra superresolución es muy atractiva para ver estas actividades dinĆ”micas”.
La superresolución es un proceso para observar estructuras biológicas increĆblemente pequeƱas. Utiliza una serie de instantĆ”neas tomadas de constelaciones de molĆ©culas fluorescentes que resaltan Ć”reas seleccionadas del tejido objetivo, eliminando el efecto borroso de una inundación de luz difractada.
Los investigadores detrÔs de su desarrollo ganaron un premio Nobel en 2014. Tan revolucionario como fue el proceso, la capacidad de las moléculas fluorescentes para absorber y luego expulsar la longitud de onda de luz requerida se desgasta en decenas de segundos, lo que descarta el mapeo de procesos de mayor duración.
Entonces, Cui y sus colegas desarrollaron un sistema para detectar la dispersión de luz de nanobarras de oro distribuidas al azar, un proceso que no se descompone con la exposición repetida a la luz. Aunque los marcadores dorados son mÔs grandes que las estructuras de destino, la obtención de imÔgenes de múltiples subconjuntos de varillas con diferentes Ôngulos y la combinación de las imÔgenes proporciona la misma resolución altamente detallada.
El sistema resultante permite la asombrosa cantidad de 250 horas de observaciones continuas con una resolución de solo 100 Ôtomos.
Luego, Cui y sus colegas examinaron todo el proceso de división celular con su nueva nanoscopia PINE, y revelaron un comportamiento nunca antes visto de las moléculas de actina, hasta el nivel de molécula individual.
La actina, el componente principal del citoesqueleto de una célula , brinda soporte estructural a las células y ayuda a facilitar el movimiento dentro de una célula. Entonces, estas moléculas con forma de filamento ramificado juegan un papel importante en la división de una célula antes de separarla en dos células hijas.
Cada copia de estas cĆ©lulas hereda el mismo interior, desde las proteĆnas hasta el ADN, pero cómo sucede esto exactamente ha sido un misterio durante mucho tiempo debido a las limitaciones de nuestra tecnologĆa visual.
Al observar 904 filamentos de actina durante el proceso de división celular, Cui y su equipo pudieron ver cómo se comportaban las molĆ©culas individuales entre sĆ. Descubrieron que cuando las molĆ©culas de actina estĆ”n menos unidas entre sĆ, se expandirĆ”n en busca de mĆ”s enlaces. A medida que cada actina llega a sus vecinos, atrae a otras molĆ©culas de actina mĆ”s cerca, aumentando aĆŗn mĆ”s su red.
Los investigadores vieron cómo estos movimientos a pequeƱa escala se traducĆan en una vista celular a mayor escala. Inesperadamente, cuando la actina se expande, la cĆ©lula en general se contrae, mientras que se expande cuando la actina se contrae. Esto parece contradictorio, por lo que los investigadores estĆ”n ansiosos por explorar cómo se produce este movimiento opuesto.
El ingeniero biomƩdico de la Universidad de Michigan, Somin Lee escribio:
“Planeamos usar nuestro mĆ©todo para estudiar cómo otros componentes moleculares se organizan en tejidos y órganos”.
“Nuestra tĆ©cnica podrĆa potencialmente ayudar a los investigadores a visualizar y, a su vez, comprender mejor cómo los defectos moleculares en los tejidos y órganos pueden convertirse en enfermedades”.