Atrapar a Oumuamua: Lo que necesitamos para estudiar un visitante interestelar

Atrapar a Oumuamua: Lo que necesitamos para estudiar un visitante interestelar

Existe un objeto espacial que es todo un misterio, que incluso ha sido asociado con una sonda extraterrestre que estudia a la humanidad. Este objeto ha sido bautizado como Oumuamua, y es un visitante interestelar que suele pasar por el Sistema Solar cada cierto tiempo, y los astrónomos siempre se han preguntado cómo podrían estudiarlo a fondo, por ello que se ha propuesto enviar una nave espacial. La pregunta es ¿Podríamos alcanzarlo?

¿Cómo “atrapar” a Oumuamua?

Atrapar a Oumuamua: Lo que necesitamos para estudiar un visitante interestelar
Gráfica que muestra la órbita de Oumuamua.

Una nueva propuesta podría llevar la exploración espacial a un nuevo nivel. Esta misión consistiría en enviar una nave espacial para estudiar un futuro objeto interestelar que pasa por el Sistema Solar. Aunque solo dos de estos objetos han sido captados con confianza, los avances en la tecnología de sistemas de vigilancia cambiarán esto en cualquier momento.

Ahora, sabiendo que aún queda mucho tiempo cuando podamos visitar otro sistema estelar, la mejor opción es estudiar el único objeto que viene de fuera y aprender en qué se diferencia nuestro vecindario estelar con lo que hay más allá.

Las fuerzas gravitacionales de los planetas más grandes suelen expulsar cometas y asteroides del Sistema Solar. Los modelos sugieren que existió un período hace 4 mil millones de años en el que la gravedad de Júpiter y Saturno se combinaron para hacer esto con mucha más frecuencia, enviando millones de objeto del Cinturón de Kuiper mucho más allá.

Es por ello que lo más probable es que suceda lo mismo con otras estrellas, y la galaxia está repleta de estos errantes helados, algunos los cuales pasan aleatoriamente muy cerca de nuestro Sol. Sabemos que hay dos objetos que cumplen estas características: Oumuamua y Borisov, que han sido captados pasando por nuestro Sistema Solar antes de seguir su rumbo. Borisov se observaba indistinguible de cualquier cometa común, además de su órbita y su alta concentración de monóxido de carbono. Pero Oumuamua es algo totalmente diferente y llena de fascinación a los expertos.

Entonces, es inevitable que quieran estudiar al próximo visitante, y después a otros. Por eso se publicó un estudio sobre las ventajas de enviar una nave espacial para alcanzarlo y los aspectos prácticos de hacerlo. Ahora, depende de la NASA decidir si esto será una prioridad, y del Congreso financiarla, a menos que otra nación decida hacerlo primero.

El misterioso objeto interestelar

Atrapar a Oumuamua: Lo que necesitamos para estudiar un visitante interestelar
Recreación del objeto interestelar.

Oumuamua es un pequeño objeto que entró en nuestro Sistema Solar desde el espacio interestelar en 2017. Se trató un evento sorprender, ya que fue el primer objeto confirmado que provenía de un lugar más allá de nuestro vecindario intergaláctico.  

Los astrónomos lo llamaron 1I/Oumuamua, donde “1l” se refiere a que es el primer objeto interestelar descubierto en el Sistema Solar, aunque popularmente solo se le conoce como Oumuamua.

Los astrónomos llevaban mucho tiempo esperando que algo así apareciera. De hecho, el mismo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA, declaró que la agencia y otros astrónomos habían teorizado sobre la existencia de estos objetos interestelares como Oumuamua, pero esta fue la primera evidencia.

Sin embargo, en agosto del 2019, se encontró un segundo objeto interestelar, llamado 2I/Borisov, aunque en un principio este parecía un cometa común y corriente, con una cabeza gaseosa y una cola, a diferencia de Oumuamua que carecía de cola.

Una nueva visión

Atrapar a Oumuamua: Lo que necesitamos para estudiar un visitante interestelar
IMagen de Oumuamua tomada por el Telescopio William Herschel

Se espera que el Observatorio Vera Rubin, cuyo inicio de operaciones está previsto para 2025, permita encontrar millones de objetos en el Sistema Solar exterior, algunos de los  cuales serán visitantes de otros lugares.

No se sabe cuántos objetos interestelares serán captados de esta manera, pero es casi seguro habrá alguno. Alan Stern, del Southwest Research Institute y sus coautores exploraron la probabilidad de que en un futuro razonablemente cercano, uno se acerque lo suficiente como que una nave espacial lo alcance y estudiarlo a corta distancia.

Stern también es el investigador principal de la misión New Horizons, así que tiene más experiencia que casi cualquier otra persona cuando se trata de enviar naves espaciales a objetos distantes.

Cualquier objeto interestelar, como Oumuamua, debe viajar a una enorme velocidad, de lo contrario quedaría atrapado en el pozo de  gravedad del Sol, lo que facilitaría su estudio. Pero Stern y sus colegas aseguran que se puede esperar a que un grupo sustancial se acerque lo necesario y se mueva lo suficientemente lento como para que pueda ser atrapado por una nave espacial similar a la que ya se han lanzado.

La necesidad clave, entonces, será tener una misión preparada para salir, ya sea en la Tierra con un cohete de lanzamiento, o en el espacio. Al modelar un rango probable de velocidades, los autores predicen que el tiempo probable en el que un objeto interestelar pasará, dentro de un radio de 10 Unidades Astronómicas, el equivalente a 1,500 millones de kilómetros del Sol, es de 770 días, por lo que no hay tiempo que perder.

Una nave espacial perfecta

A diferencia de lo que muchos creen, un lanzamiento desde la Tierra permitiría interceptar una proporción mayor de las trayectorias modeladas, pero sólo si pudiéramos tener una nave lista para ir al espacio dentro de los 30 días posteriores a la detección. Los autores describen esto como un “período irrealmente corto”, ya que exigiría tener preparado un vehículo de lanzamiento de clase planetaria durante varios años, hasta que se encuentre el objeto interestelar adecuado.

Como alternativa, prefieren preparar la nave espacial y almacenarla en L1, la región gravitacional especial que siempre está entre la Tierra y el Sol, pero que se mueve con nuestro planeta a medida que la Tierra gira alrededor de nuestra estrella. De esta forma, un solo “empujón” le haría caer en la órbita terrestre baja para recibir asistencia gravitatoria, una vez que se haya detectado un objeto adecuado. A menos que la suerte esté de nuestro lado la nave solo necesite más velocidad de sus propios sistemas en 3 kilómetros por segundo.

La idea de alcanzar un objeto interestelar como Oumuamua ya se había explorado antes, pero este estudio es mucho más detallado. No solo considera la viabilidad de acercarse realmente, sino que también considera los instrumentos más adecuados para el trabajo.

En general, preparar una nave espacial de ese tipo y ponerla en órbita, costaría menos de mil millones de dólares, dijeron los autores. Esto la ubica en un rango de valor parecido al de proyectos como los lanzamientos de Lucy y Psyche, y las misiones atrasadas a Venus, Veritas y VenSAR. Así que atrapar a Oumuamua podría estar dentro de nuestras posibilidades.

El artículo es de acceso público en Ciencias Planetarias y Espaciales.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *