La hidratación es fundamental para la vida, pero en el caso de los bebés, el agua no es una opción adecuada hasta que alcanzan cierta edad. Aunque pueda parecer inofensivo, ofrecer agua a un bebé menor de seis meses puede afectar su equilibrio de electrolitos y causar riesgos para su salud. Esto lo ha revelado un estudio publicado en Biomédica por los investigadores Özge Karakaya Suzan y Ozge Kaya, del Instituto de Ciencias de la Salud, de la Universidad Sakarya en Turquía, autores principales de la publicación.

El pequeño estómago del bebé y sus necesidades nutricionales
Los recién nacidos tienen estómagos diminutos, con una capacidad de apenas 5 a 10 mililitros al nacer. Esto significa que cada gota de líquido que ingieren debe aportar nutrientes esenciales para su desarrollo. La leche materna o la fórmula están diseñadas para ofrecer no solo hidratación, sino también las calorías y los nutrientes esenciales que el bebé necesita. Darles agua en esta etapa desplaza el consumo de estos alimentos vitales y podría afectar su crecimiento y desarrollo.

El peligro de la intoxicación por agua
El consumo excesivo de agua en bebés menores de seis meses puede causar una condición grave llamada intoxicación por agua. Esta ocurre cuando los niveles de sodio en el torrente sanguíneo se diluyen demasiado. Esta alteración puede causar hiponatremia, una condición en la que los niveles de sodio en la sangre bajan demasiado, afectando el funcionamiento normal de las células, incluyendo las del cerebro.

Cuándo es seguro introducir el agua
Los investigadores sugieren que, hasta los seis meses de edad, los bebés obtienen toda la hidratación que necesitan a través de la leche materna o la fórmula. No hay necesidad de ofrecerles agua adicional. A partir de los nueve meses, se pueden introducir pequeños sorbos de agua, especialmente cuando comienzan a consumir alimentos sólidos.
Sin embargo, es importante que esta transición sea gradual y que el agua no reemplace la ingesta de leche materna o fórmula, que sigue siendo su principal fuente de nutrición en esta etapa.
La investigación también hace énfasis en las recomendaciones sugeridas por organismos como la OMS, que recomienda la lactancia materna exclusiva hasta dicha edad por dos motivos: porque todavía no la necesitan y porque, al beber agua, los bebés podrían dejar de mamar lo suficiente y disminuir la cantidad de nutrientes que ingieren..
Si bien el agua es esencial para la vida, en el caso de los bebés menores de seis meses, su consumo puede ser peligroso. Su pequeño estómago debe estar reservado para la leche materna o la fórmula, que les proporciona todo lo que necesitan para crecer saludables. Introducir agua demasiado pronto puede afectar su equilibrio de electrolitos y poner en riesgo su bienestar.
Por eso, es mejor esperar hasta que hayan pasado los primeros seis meses de vida para comenzar a beber agua con seguridad, pero siempre lo recomendable será acudir a un pediatra para mayor información sobre este tema.
Referencia:
- Water consumption in 0-6-month-old healthy infants and effective factors: A systematic review. Link.