Los científicos han hecho un descubrimiento revolucionario: los cánceres contagiosos se han propagado entre los moluscos durante siglos, lo que ofrece nuevas perspectivas sobre la naturaleza del cáncer y posibles implicaciones para el tratamiento del cáncer humano.

Estos cánceres contagiosos del berberecho se conocen como neoplasia transmisible de los bivalvos (NTAB), que se transmiten de un molusco a otro a través del agua de mar. Este modo de transmisión presenta similitudes con ciertos cánceres contagiosos de otros animales, como los demonios de Tasmania y los perros.
Investigadores del Instituto Wellcome Sanger del Reino Unido y de la Universidad de Santiago de Compostela (España) llevaron a cabo una secuenciación del ADN para examinar cómo estos antiguos cánceres se han propagado silenciosamente entre los berberechos durante generaciones. Recogieron unos 7,000 berberechos de diversos lugares de 11 países y hallaron dos tipos distintos de BTN.

Lo que hace especialmente singulares a estos cánceres es su alta inestabilidad genética, que contiene un número variable de cromosomas, algo poco frecuente entre los cánceres. Esto cuestiona la noción convencional de que los cánceres requieren estabilidad genética para sobrevivir a largo plazo.
Entender cómo toleran estas células cancerosas dicha inestabilidad podría ofrecer nuevos enfoques para tratar el cáncer humano.
La investigación podría ayudar a entender cómo los cánceres pueden sobrevivir como parásitos durante miles de años, con posibles implicaciones tanto para las poblaciones de animales marinos como para el tratamiento del cáncer humano.