
Shreya Siddanagowda tuvo un cambio drástico en su vida cuando, en 2016 y con 18 años, tuvo un accidente en un autobús donde perdió los dos brazos. Por suerte, apareció un donante, pero se trataba de un hombre con un tono de piel más oscura, mucho bello corporal y, obviamente, de una fisionomÃa mucho mayor a la de ella. Tiempo después, la forma en como los brazos se adaptaron a la chica sigue asombrando a la ciencia.
El sorprendente caso de Shreya Siddanagowda

Después de su accidente, los brazos de Shreya tuvieron que ser removidos por debajo del codo. En 2017, se sometió a una operación de trasplante de 13 horas realizada por un equipo de 20 cirujanos y 16 anestesiólogos, informó The Indian Express.
Las manos que fueron trasplantadas provenÃan de un hombre de 21 años que murió después de un accidente de bicicleta. Durante un año y medio, la joven tuvo que acudir a la fisioterapeuta para aprender a controlar sus nuevas extremidades. Con el paso del tiempo, estos se volvieron más delgados a cómo eran en el momento de la cirugÃa.
Sin embargo, más adelante ocurrió un hecho que asombró a los médicos, ya que el donante tenÃa una tez más oscura, y esta se aclaró, de modo que ahora coincide más con el tono de piel de Shreya Siddanagowda.
Un caso único

Este caso es único en el mundo, ya que es el primer trasplante de dos manos realizado en Asia, asà como el primer trasplante de extremidades intergénero del continente.
Shreya Siddanagowda es una mujer, y sus manos trasplantadas originalmente eran de un hombre. Sin embargo, con el tiempo, las manos se han adaptado a su nuevo cuerpo, aclarando su color y adquiriendo rasgos femeninos.
Este fenómeno ha asombrado a los médicos, que aún no han podido explicarlo por completo. Una posible explicación es que el cuerpo de Shreya produce menos melanina que el de su donante. La melanina es el pigmento que le da color a la piel, y sus niveles pueden variar según el sexo y el origen étnico.
Otra posible explicación es que los músculos de las manos se han adaptado a su nuevo anfitrión. Los músculos están controlados por los nervios, y cuando se trasplanta un órgano, los nervios deben volver a conectarse a los músculos. Este proceso, llamado reinervación, puede llevar varios meses o incluso años.
Un esperanzador avance

El caso de Shreya Siddanagowda es un avance esperanzador para la ciencia de los trasplantes. Demostra que es posible que las extremidades trasplantadas se adapten a su nuevo cuerpo, incluso si provienen de una persona de un sexo o origen étnico diferente.
Este avance podrÃa abrir la puerta a nuevas posibilidades para los pacientes que necesitan un trasplante de extremidades. En el futuro, los médicos podrÃan ser capaces de trasplantar extremidades a personas de cualquier sexo o origen étnico, sin tener que preocuparse por los cambios de color o forma.
Mira las imágenes del antes y después sin censura en los siguientes enlaces: Imagen 1, Imagen 2.
Shreya Siddanagowda es ahora una estudiante universitaria que aspira a convertirse en doctora, ha recuperado prácticamente toda su caligrafÃa y no siente ningún tipo de incomodidad al usar sus nuevas extremidades. La tragedia ha sido superada y su experiencia podrÃa ser la respuesta a cientos de casos similares.