
Todo en esta vida tiene su contraparte para conseguir el verdadero equilibrio; la luz tiene tiene a la oscuridad, el blanco tiene al negro, la risa tiene al llanto, la vida tiene a la muerte y París… París tiene las Catacumbas. Las Catacumbas de París es un reino de tinieblas, leyendas urbanas, historias de fantasmas, pero sobre todo, es un viaje al recuerdo a los que un día estuvieron entre nosotros, en la ciudad parisina.
La historia de las Catacumbas de París

Casi un tercio de la ciudad de París se encuentra sobre una red subterránea de túneles y cámaras conocida como las Catacumbas de París. En ella, se encuentran los restos de, al menos, seis millones de personas.
Se crearon a finales del siglo XVIII como una medida de resolver la sobrepoblación en los cementerios de la ciudad, a partir de antiguas canteras de piedra caliza que había bajo la ciudad y que provenían de la época romana. Dichas minas se abandonaron y pasaron a ser osarios cuando los cementerios parroquiales de París se saturaron. Alexander Lenoir, arqueólogo fue quien propuso almacenar los cuerpos en las viejas minas que se encontraban bajo la Avenue de Colonel Henri Rol Tanguy.
Entre 1768 y 1814, se llevaron los restos de más de seis millones de personas de los cementerios superpoblados de París. Los huesos fueron apilados y acomodados en las paredes de las enormes galerías subterráneas.
Las Catacumbas de París tienen una extensión de 300 kilómetros, albergando prácticamente un tercio de la ciudad. Aunque un pequeño tramo de 1.7 kilómetros está abierto al público, aún hay mucho terreno que sigue inexplorado y no se sabe qué misterios se ocultan. De hecho, la ruta turística oficial solo abarca unos 800 metros, pero en ese pequeño tramo ya se pueden observar diferentes huesos y cráneos forrando las paredes.
Los expertos mantienen la temperatura de las galerías en 14 °C. En cuanto a las actividades turísticas que podemos hacer, se encuentra tomar fotografías, aunque estas deben ser sin flash ni trípode.
También se prohíbe tocar, manipular o sustraer los huesos, así como comer, beber, fumar, llevar mochilas grandes dentro de las catacumbas.
¿Qué leyendas rodean a las Catacumbas de París?

Existen muchas leyendas y relatos espeluznantes alrededor de las Catacumbas de París que ha generado gran intriga en el público, lo que ha ayudado a que se conviertan en la enorme atracción turística que es hoy. Entre las historias que más destacan, se encuentran:
Leyenda del grupo de amigos perdidos
En 1961, un grupo de amigos decidió entrar en las Catacumbas mientras jugaban. Recorrieron varios metros de las Catacumbas de París con antorchas, pero una ráfaga de viento las apagó, desorientando al grupo.
El único que consiguió encender su fuego fue Henry, quien volvió a encaminarse a la salida, sin embargo, también fue el único en salir. Ninguno del resto de sus amigos salió y aunque los buscaron, no fueron encontrados.
Voces y gritos fantasmales
Esta es una leyenda turística extendida de las Catacumbas de París. Algunos visitantes aseguran que han escuchado voces y gritos desgarradores que provienen del interior de los pasajes. Aunque hay algunos videos en redes sociales que aseguran captar el sonido, no se sabe realmente si es algo preparado o no.
Pasadizos que cambian de dirección
Otra leyenda extendida por los visitantes, es que varias personas se han perdido en su interior ya que los pasillos cambian misteriosamente de dirección. Por ejemplo, si bodas en un pasillo a la izquierda, al momento de regresar, gira en la dirección contraria o sencillamente, el pasillo no está. Esta leyenda se alimenta por la cantidad de personas que se han desorientado en su interior.
Las paredes que “hablan”
También se han recogido relatos de personas que han escuchado voces y susurros dentro de las Catacumbas de París, proveniente de los cráneos y huesos humanos que forran sus paredes.
El fantasma de Philibert Aspairt

Una de las leyendas más enigmáticas que rodean las Catacumbas de París es la del fantasma de Philibert Aspairt. La leyenda es sencilla: cada 3 de noviembre el fantasma de Aspairt, un antiguo portero de las Catacumbas, deambulando por los túneles y buscando a su amada Alvida, a quien le quitó la vida en un ataque de celos.
¿Pero quién es Philibert Aspairt? Fue portero del hospital Val-de-Grâce durante la Revolución Francesa y desapareció dentro de las Catacumbas de París en 1793. Sin embargo, nadie sabe por qué entró a los pasadizos oscuros. Algunas de las teorías más comunes son:
Teoría de la embriaguez y desorientación
Se cree que Aspairt estaba totalmente ebrio cuando entró accidentalmente en el laberinto subterráneo. Esto llevó a que se perdiera fácilmente y no pudo encontrar la salida.
Teoría de la linterna apagada
También se plantea que la linterna de Aspairt pudo haberse apagado dentro de las Catacumbas de París, dejándolo en la oscuridad total y desorientándolo, lo que propició que no encontrara el camino de recreo.
Teoría del sótano del convento
Otra teoría sugiere que el hombre se confundió de camino cuando fue a buscar una botella de vino al sótano del antiguo convento de la Cartuja, muy cercano a las catacumbas. Esto provocó que entrara por error en el laberinto.
Teoría de las deudas y secretos
El videojuego Assassin’s Creed Unity presentó una teoría alternativa: Aspairt tenía deudas y estaba involucrado en secretos relacionados con las monjas del convento de la Cartuja y su producción de licor Chartreuse. Esto lo llevó a adentrarse en las Catacumbas, donde encontró la muerte.
Lo cierto es que el cuerpo de Philibert Aspairt no se encontró hasta 11 años después, las circunstancias que rodean su muerte dentro de las Catacumbas de París en 1793 continúa siendo un misterio, lo que generó cientos de especulaciones.
Incidentes recientes

Existen algunos curiosos, llamados en Francia cataphiles, que ingresan ilegalmente a los túneles a través de entradas secretas, ya sea para explorarlos o celebrar fiestas clandestinas. Así fue que en 2017, dos adolescentes pasaron tres días perdidos en las oscuras y frías Catacumbas de París.
Por suerte, los chicos de 16 y 17 años, fueron rescatados tres días más tarde. Fueron sacados ilesos, aunque con síntomas de hipotermia, por lo que tuvieron que recibir atención médica.
Un portavoz del servicio de bomberos de la capital francesa, declaró que los perros rastreadores fueron fundamentales para encontrarlos a través de un operativo de rescate que duró más de cuatro horas.
Los chicos entraron a las Catacumbas de París un sábado por la noche, aunque se desconoce si realmente lo hicieron ilegalmente.