Cómo Gestionar el Uso de Teléfonos Inteligentes para Niños

La imperiosa necesidad de comunicarse en la era digital, involucra a cada actor social e incluso los niños. Son estos, quienes, además, desarrollan mejores habilidades innatas para el dominio de comandos, funciones y formas de interactuar sin limitaciones.

El uso de teléfonos inteligentes  o Smartphone en niños, ha demostrado más allá de los impactos negativos de la luz azul, una sorprendente oportunidad de conocimiento, por medio de las múltiples herramientas de aprendizajes.

De modo que, no nos limitaremos a los efectos negativos de su uso sino, a cómo potenciar su funcionalidad en pro de un mejor desarrollo de lenguaje, cognitivo y socio afectivo. Bienvenidos a conocer más.

Cuatro consejos para aprovechar los Teléfonos Inteligentes en Niños

A detallar:

  1. Plan de consumo de pantallas

La negativa a acciones de convicción social, lejos de crear un criterio personal, en el desarrollo temprano, no se consolida como un hábito consciente, por el contrario, genera mucha más adicción.

Este tipo de respuestas a las constantes restricciones establecidas desde la familia, es el resultado de lo que hoy vemos como sociedad digitalizada.

Ahora bien, si se parte de la importancia de comunicación y, los talentos natos que estas generaciones traen consigo, se pueden gestionar un potencial uso de estos medios electrónicos, sacando la mejor ventaja.

¿Cómo? Una de las alternativas son el uso de Plan consumo de pantallas, a través de este sistema, usted, estará ofreciendo confianza en su hijo e incluso, poder de decisión.

Es importante que aspectos como la seguridad; el espacio para la comunicación interpersonal y la definir límites claros negociables, sean parte de esta construcción de normas.

  • Restricción en horas nocturnas

Por lo menos dos horas previo a ir a la cama, el niño o joven, deben haber estado lejos de la luz azul que emana este tipo de dispositivos móviles.

Los efectos de alteración del sistema nervioso central, han sido comprobados y demostrada su influencia en el comportamiento humano durante las horas diurnas.

Por ello, nuestra recomendación se centra en hacer consciente los efectos de la misma en el sistema reticular ocular y de reacción social, para hacer mejor uso de la misma no, desde la regla sino, desde la ventaja para sí.

  • No hará lo que le dices sino, lo que observa que haces

Esta realidad es una de las más ignoradas por parte de los progenitores. Lamentablemente se podrá desgastar supervisando cada paso y exhortando en amor el cumplimiento de las reglas establecidas, pero, si lo que su hijo o adolescente observa es que usted, no es congruente con lo que piensa, dice y hace, no habrá resultados satisfactorios.

Su hijo le observa más que lo que usted piensa, a decir verdad, es su mayor referente para edificar la imagen que él/ellas tienen de sí mismos.

Una de las recomendaciones más significativas cuando se trata este aspecto, es lograr espacios de ocupaciones de tarea individuales y colectivas, seguidamente, procurar un espacio de encuentro de pantallas tanto padres como hijos y, finalmente, comentar acerca de lo más curioso que hemos ganado. 

Repetir el esquema cuantas veces le considere necesario, hasta incluso, convertirse en una rutina inconsciente.

  • No hables de él, habla con él/ella

Asumir que su hijo ya es del todo consciente de los riesgos que de manera reiterada le hace mención, es un gran error.

Es necesario procurar una reflexión de el mismo en torno a ello; de esta forma, usted, como padre, sabrá lo que piensa, maneja al respecto y cree o no.

Cuando se habla con el hijo más no de él, se está abriendo un compás para mostrar las debilidades, las tristezas, miedos, inseguridad, historietas de otros amigos, en fin, se fomenta la confianza.

 No ocurre igual, cuando se habla de sus limitaciones (vistas desde la mirada paternal).

Valore el hecho de ejemplificar y sondear si sabe acerca de: ciberacoso, seguridad en línea, la privacidad y la ciudadanía digital y hostigamiento.

Conclusión

Gestionar el uso del Smartphone para niños requiere primero su uso para sí, solo de esta manera será posible manejar los posible estados de ansiedad, dependencia y adicción.

Cuando se concibe una sana relación entre las bondades de estos dispositivos, será posible manejar reglas de tiempo, uso y medidas de seguridad.

Toda acción de control a la fuerza, desde la ausencia reflexiva e incluso mera imposición, no generará los efectos positivos de estos recursos.

Nada es bueno, nada es malo, simplemente es. Dependerá la óptica con la cual se mire y las posibilidades que se valoren en cada caso.

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