Un reciente estudio masivo ha revelado un vínculo intrigante entre la depresión y la temperatura corporal. Los resultados, publicados en Scientific Reports, podrían abrir la puerta a tratamientos innovadores para los trastornos de salud mental basados en la regulación térmica.
Un estudio global con datos innovadores sobre la depresión

El estudio, denominado TemPredict, se llevó a cabo durante siete meses a partir de principios de 2020 y reunió datos de más de 20,000 participantes de 106 países. Los voluntarios utilizaron el anillo inteligente Oura, un dispositivo portátil para medir la temperatura corporal, y completaron encuestas mensuales que incluían cuestionarios de diagnóstico sobre síntomas depresivos.
El objetivo principal del proyecto era evaluar si los cambios en la temperatura corporal podrían servir como indicadores tempranos de COVID-19. Sin embargo, el análisis de los datos arrojó un hallazgo inesperado: las personas con síntomas depresivos más severos mostraban temperaturas corporales ligeramente más altas.
Además, se observó una tendencia hacia una mayor severidad de la depresión en aquellos cuya temperatura corporal permanecía más estable durante 24 horas, aunque este último resultado no fue estadísticamente significativo.
¿Cómo se relacionan la depresión y la temperatura corporal?

Aunque la conexión entre la depresión y la temperatura corporal no es nueva, este estudio es el más grande realizado hasta la fecha en este ámbito y proporciona un respaldo sólido a una hipótesis previamente tentativa. Sin embargo, la relación causa-efecto aún no está clara. Las preguntas clave que surgen de estos hallazgos incluyen:
- ¿La depresión provoca un aumento en la temperatura corporal?
- ¿O una temperatura más alta podría predisponer a la depresión?
- ¿Se debe esto a un mayor calor generado por el cuerpo o a una regulación térmica deteriorada en personas con depresión?
Ashley Mason, autora principal del estudio y profesora adjunta de psiquiatría en la Universidad de California en San Francisco, se encuentra investigando estas cuestiones. Mason ha destacado que existe evidencia preliminar que sugiere que los tratamientos basados en el calor, como las saunas o el yoga caliente, podrían beneficiar a las personas con depresión. Esto se debe a que el aumento artificial de la temperatura podría activar mecanismos de enfriamiento natural, como la sudoración, que podrían contribuir a una disminución duradera de la temperatura corporal.
“Irónicamente, calentar a las personas puede provocar una reducción de la temperatura corporal más prolongada que enfriarlas directamente, como con un baño de hielo”.
Así explicó Mason. Esta observación plantea una posibilidad fascinante: cronometrar tratamientos térmicos en función de los datos de temperatura corporal de las personas para optimizar sus beneficios.
Un nuevo enfoque en el tratamiento

La depresión afecta a millones de personas en todo el mundo, y en algunos países como Estados Unidos, uno de cada cinco adultos ha recibido un diagnóstico de esta enfermedad. A pesar de la amplia disponibilidad de antidepresivos, estos no son efectivos para todos y pueden presentar efectos secundarios significativos. Por ello, la búsqueda de tratamientos alternativos ha llevado a explorar opciones como los psicodélicos, la ketamina y terapias innovadoras como la privación sensorial.
Los autores del estudio sugieren que los tratamientos térmicos podrían formar parte de este enfoque multifacético en el futuro. Aunque se necesitan más investigaciones para confirmar los resultados y comprender los mecanismos subyacentes, el potencial de este hallazgo es prometedor.
Ashley Mason subrayó la relevancia del estudio al afirmar:
“Hasta donde sabemos, este es el estudio más grande realizado hasta la fecha para examinar la asociación entre la temperatura corporal y los síntomas depresivos en una muestra geográficamente amplia. Estamos entusiasmados por las posibilidades de una nueva vía de tratamiento”.
El hallazgo de que la temperatura corporal podría desempeñar un papel en la depresión representa una adición crucial al conocimiento sobre esta enfermedad. Si bien aún queda mucho por descubrir, este estudio proporciona una base sólida para futuras investigaciones y potencialmente para el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados.
Referencia:
- Scientific Reports/Elevated body temperature is associated with depressive symptoms: results from the TemPredict Study. Link.