Una de las criaturas más enigmáticas del mundo son los tiburones de Groenlandia, pero no porque sean extraños de ver, sino porque estos animales que habitan las aguas heladas del Ártico y del Atlántico Norte, pueden llegar a vivir hasta 500 años. Durante mucho tiempo, los científicos los han estudiado, intentando descifrar el secreto de su longevidad, el cuál podría ser la clave para mejorar el envejecimiento humano, sin embargo, parece que ese esfuerzo al fin ha dado frutos.
La longevidad de los tiburones de Groenlandia

Las teorías iniciales sobre la longevidad de los tiburones de Groenlandia se centraban en su entorno extremadamente frío y su estilo de vida poco activo. Estos tiburones habitan profundidades de hasta 2,647 metros, donde las temperaturas son gélidas y el movimiento es mínimo. Se pensaba que estas condiciones ayudaban a conservar energía y ralentizar los procesos biológicos, contribuyendo a su larga vida.
Recientemente, un estudio presentado en la Conferencia de la Sociedad de Biología Experimental ha arrojado nueva luz sobre este fenómeno. Los investigadores han descubierto que la longevidad de estos tiburones podría estar relacionada con su constante actividad metabólica. A diferencia de otros animales, la tasa metabólica de los tiburones de Groenlandia no parece cambiar con el tiempo, independientemente de su edad.
El autor principal del estudio, Ewan Camplisson, estudiante de doctorado en la Universidad de Manchester, explicó a Live Science:
“Esto es importante para nosotros porque demuestra que los tiburones no muestran signos tradicionales de envejecimiento”.
El metabolismo, que se refiere al proceso químico mediante el cual las enzimas descomponen los nutrientes en energía y utilizan esa energía para la reparación corporal, generalmente disminuye con la edad en la mayoría de los animales. Esta disminución conduce a una menor renovación celular, una producción de energía reducida y una reparación más lenta del cuerpo.
Nuevos estudios, nuevos resultados

Como parte del estudio, los investigadores extrajeron tejido muscular de 23 tiburones de Groenlandia capturados en la costa sur de la isla Disko, en el centro de Groenlandia. Estos tiburones tenían edades que oscilaban entre los 60 y los 200 años, determinadas en función de la longitud de sus cuerpos. Los científicos midieron la actividad de cinco enzimas en el tejido para determinar las tasas metabólicas de cada tiburón. Sorprendentemente, no encontraron diferencias significativas entre las edades.
Camplisson explicó:
“En la mayoría de los animales, se esperaría ver que algunas enzimas reducen su actividad con el tiempo a medida que se degradan y se vuelven menos eficientes”.
Sin embargo, en el caso de los tiburones de Groenlandia, su tasa metabólica estable parece indicar que no se degeneran de la misma manera que otros animales. Esta característica única podría explicar su asombrosa longevidad y ofrecer pistas valiosas para combatir el envejecimiento en los humanos.
El descubrimiento de la estabilidad metabólica en los tiburones de Groenlandia abre una nueva ventana de posibilidades en la investigación sobre el envejecimiento. Si los científicos pueden comprender y replicar estos mecanismos en humanos, podríamos estar un paso más cerca de encontrar formas de prolongar la vida humana y mejorar la salud en la vejez.
Referencias: