El territorio francés de ultramar Mayotte, situado en el Océano Índico, ha sido devastado por el ciclón Chido, la tormenta más violenta que ha azotado la región en casi un siglo. Equipos de rescate trabajan contra reloj para atender la emergencia, mientras crece el temor de que miles de personas hayan perdido la vida.
Aunque las cifras oficiales iniciales reportan 14 fallecidos, autoridades locales han advertido que el número real podría ascender a cientos, o incluso miles, dada la magnitud de los daños. Con una población de aproximadamente 300,000 personas, Mayotte enfrenta un panorama desolador, especialmente en las áreas densamente pobladas que consisten, en su mayoría, de asentamientos precarios.
Daños extensos y respuesta limitada

El ciclón Chido tocó tierra el pasado sábado con la fuerza equivalente a un huracán de categoría 4, dejando un rastro de destrucción sin precedentes. Barrios de Mayotte enteros fueron arrasados, mientras que infraestructuras críticas como hospitales y aeropuertos sufrieron graves daños. La torre de control del aeropuerto quedó inutilizada, limitando los vuelos únicamente a operaciones militares, lo que ha complicado las tareas de rescate y suministro de ayuda humanitaria.
El suministro eléctrico en todo el archipiélago se ha interrumpido, agravando aún más la crisis. Según la Cruz Roja Francesa, cerca de 100,000 personas vivían en viviendas improvisadas y, según estimaciones preliminares, la mayoría de estas estructuras han quedado completamente destruidas.
Francia, junto con el cercano territorio francés de Reunión, ha desplegado equipos de rescate, personal médico, soldados y suministros de emergencia. Sin embargo, las operaciones de auxilio se ven obstaculizadas por las dificultades logísticas y los extensos daños en la infraestructura.
Vulnerabilidad de Mayotte

Mayotte es el territorio más pobre bajo soberanía de la Unión Europea, pero sigue siendo un destino para inmigrantes económicos provenientes de países vecinos aún más pobres. La presión demográfica, junto con el crecimiento de asentamientos precarios, ha incrementado la vulnerabilidad de la región frente a desastres naturales como el ciclón Chido.
El impacto no solo ha evidenciado la fragilidad de la infraestructura en Mayotte, sino que también ha resaltado las desigualdades socioeconómicas que afectan a la región. Las condiciones de vida en el archipiélago han hecho que los habitantes más vulnerables sufran las consecuencias más devastadoras de esta tragedia.
Impacto del cambio climático

Chido no solo es un evento meteorológico catastrófico, sino también un recordatorio del impacto del cambio climático en las tormentas tropicales. Según expertos, aunque la cantidad de ciclones en el suroeste del Océano Índico no ha aumentado significativamente en las últimas décadas, su intensidad sí ha crecido.
El calentamiento de las aguas del océano y el aumento de las temperaturas globales proporcionan las condiciones ideales para que los ciclones se fortalezcan rápidamente. Chido, con su intensidad sin precedentes, es un ejemplo de cómo el cambio climático está amplificando los efectos de fenómenos naturales que ya representan una amenaza para las comunidades más vulnerables.
Mientras la isla de Madagascar, al sur de Mayotte, también comienza a evaluar los daños tras el paso del ciclón, el enfoque mundial se centra en la respuesta humanitaria y la reconstrucción. Las imágenes de devastación en Mayotte han generado un llamado a la solidaridad internacional para atender las necesidades inmediatas y apoyar la recuperación del territorio.
El ciclón Chido ha dejado una lección dolorosa sobre la urgencia de prepararse mejor para desastres naturales y de abordar las causas subyacentes que agravan su impacto, desde la pobreza estructural hasta los efectos del cambio climático. En medio de la tragedia, la resiliencia de las comunidades de Mayotte será clave para superar este difícil momento.
Referencia:
- CBS News/Thousands feared dead after Cyclone Chido hits French overseas territory Mayotte. Link.