Dina Sanichar: La historia del “Mowgli” de la vida real que fue criado por animales salvajes

Encontrado a finales del siglo XIX en Uttar Pradesh, India, Dina Sanichar era un niño criado por lobos en las profundidades de los bosques. Se cree que su historia fue la que inspiró al famoso libro “El Libro de la Selva” de Rudyard Kipling.

Pero más allá de las imágenes coloridas y alegres que solemos asociar a la obra, gracias a la película de Disney, la vida de Sanichar nos presentó un escenario único sobre el comportamiento humano, los efectos del aislamiento en el cerebro y el debate entre la naturaleza y crianza.

Dina Sinachar, el niño del bosque

Dina Sanichar: La historia del “Mowgli” de la vida real que fue criado por animales salvajes

En 1872, un grupo de cazadores se aventuró a través de los espesos bosques de Sal de Uttar Pradesh, un área conocido por su remota naturaleza salvaje y la diversa y peligrosa fauna silvestre.

Las cazadores buscaban un lobo al que tenían varios días siguiendo. Rastrearon a la criatura hasta una cueva aislada en lo profundo del  bosque y, sabiendo que el animal estaba en su interior, vigilaron la cueva y esperaron pacientemente. Para su sorpresa, lo que emergió no fue un lobo, sino un niño, de pelo largo y enmarañado y la piel sucia, pero definitivamente era un niño humano.

Estaban conmocionados, los lobos no atacaban al niño y lo trataban como uno de ellos. El pequeño corría en cuatro patas, gruñía e imitaba a los lobos en todo.

Claramente, los cazadores no podían dejar al pequeño en ese lugar, así que decidieron rescatarlo, pero no sería fácil. Los lobos eran muy protectores con él y, después de un intenso enfrentamiento, consiguieron separar al lobo de la manada y sacarlo sano y salvo de la cueva.

Dina Sanichar y Rudyard Kipling

Dina Sanichar: La historia del “Mowgli” de la vida real que fue criado por animales salvajes
Rudyard Kiplingm creador de El Libro de la Selva.

La historia de Dina Sanichar se hizo conocida por todo el país y rápidamente llegó a los oídos del autor Rudyard Kipling, quien pasó muchos años en la India y estaba familiarizado con los cuentos locales. Se cree que esta pudo haber si do la inspiración de la historia de Mowgli, el protagonista de “El Libro de la Selva”.

Al igual que Dina, Mowgli es un niño salvaje, criado por lobos en las selvas de la India y compartes muchas similitudes con él.

Ambos fueron descubiertos viviendo entre lobos y tuvieron que luchar con la transición a la sociedad humana. Sin los elementos de fantasía, la narrativa de un niño que sobrevive y prospera en la jungla, tal como se retrata en el cuento, refleja muchas de las experiencias de la vida real de Sanichar.

Diferencias entre ficción y realidad

Dina Sanichar: La historia del “Mowgli” de la vida real que fue criado por animales salvajes
Mowgli y su comparación con Dina Sanichar.

Sin bien El Libro de Selva es una aventura llena de diversión con animales que hablan y lecciones morales, la realidad es que la Dina Sanichar tuvo que pasar por muchos problemas y sufrimiento, como el aislamiento, la desnutrición y el difícil proceso de integración a la civilización.

Este último aspecto fue realmente complicado y de hecho, nunca pudo superar por completo los instintos primeros arraigados durante sus primeros años viviendo en la naturaleza.

Después de su rescate, Sanichar fue llevado al orfanato Sekandra, donde empezó su periplo para reintegrarse a la sociedad. Sus primeros pasos con los otros niños fueron difíciles, ya que estaba acostumbrado a la comunicación no verbal, impulsada únicamente por instintos de su familia de lobos. Las interacciones estructuradas y verbales de los humanos eran totalmente desconocidas para él.

Se sentía confundido y frustrado la mayoría del tiempo, y se sentía abrumado por el bullicio del orfanato. Los ruidos fuertes lo asustaban y, con frecuencia, solía apartarse y situarse en rincones más tranquilos.

Dina Sanichar tampoco aprendió completamente a hablar, pero su comunicación no verbal mejoró y comenzó a expresar una gran variedad de emociones con mayor claridad. Por ejemplo, consiguió transmitir gratitud, placer y disgusto. Además, mostraba especial cariño por quienes lo trataban con amabilidad.

Algunos de sus cuidadores lograron formar un vínculo con él, quienes notaron que podía mostrar afecto e incluso instintos protectores hacia aquellos en los que confiaba.

Ajustes dietéticos iniciales

Otro punto difícil en la adaptación de Dina Sanichar, fue acostumbrarse a la dieta, ya que él estaba acostumbrado a comer carne cruda. En principio rechazó los primeros platos cocinados, así que debieron idear estrategias para hacerle una transición gradual a la alimentación humana.

Introducían alimentos cocidos blandos, los cuales eran más fáciles de comer y digerir. Esto incluía huevos duros y verduras cocidas. También mezclaron carne cruda y cocida, ayudándolo a adaptarse, los  cuidadores mezclaban pequeñas cantidades de carne cocida y cruda, aumentando gradualmente la proporción de carne cocida a medida que comenzó a aceptarla.

También empezaron a incorporar alimentos ricos y proteínas, asegurándose que obtuviera todas las proteínas que no había logrado adquirir con su dieta salvaje.

Perspectivas psicológicas

La crianza única de Dina Sanichar entre lobos, brindó a los psicólogos y antropólogos una rara oportunidad de estudiar el impacto del aislamiento extremo en el desarrollo humano.

Su caso continúa estudiándose como un ejemplo de los efectos que tiene el medio ambiente en los resultados conductuales y psicológicos. Cuando los expertos estudiaron su comportamiento y su adaptación gradual a la sociedad humana, obtuvieron datos valiosos para comprender a los niños salvajes.

Gracias al caso de Dina, los psicólogos comprenden mejor la importancia que tiene el desarrollo del lenguaje y el comportamiento social a una edad temprana. Concluyeron que la falta de contacto humano, durante los años de formación de Dina había perjudicado su capacidad de aprender el dialecto o integrarse socialmente por completo.

Este caso también demostró los efectos psicológicos del aislamiento extremo. Su incapacidad para comunicarse a través del lenguaje verbal o comprender señales sociales muestra cuán importantes son las primeras interacciones humanas para nuestro desarrollo general.

Los psicólogos también han usado su historia para entender mejor cómo los humanos y los niños salvajes en particular pueden aprender nuevamente los comportamientos que no aprendieron durante sus años de formación.

El constante abandono de niños en la época

A pesar de que el caso de Dina Sanichar es único debido a su exposición y cómo le afectó, no fue el único niño abandonado en el bosque durante su época en la India, donde no era fácil vivir. En ese tiempo hubo varias circunstancias nefastas que llevaban al abandono de niños.

Por ejemplo, en algunas regiones de la India durante el siglo XIX, la pobreza extrema, el hambre y la crisis social llevaron a que muchas familias tomaran decisiones desesperadas. La carga económica que supone criar a un niño en ese período obligaba a los padres a abandonar a aquellos que no podían cuidar.

En algunas comunidades, los niños que nacían con discapacidades físicas o bajo ciertos signos astrológicos que tenían mala suerte o estaban maldecidos. Esto, mezclado con la superstición y la dura estigmatización asociada a los malos augurios que podían traerá la familia.

Tampoco había servicios sociales o apoyo gubernamental para las familias vulnerables, lo que acrecentó más el problema. Los orfanatos, sistemas de acogida o programas de bienestar social también escaseaban, así que las familias sin medios para mantener a varios hijos, sencillamente recurrían al abandono.

El legado de Dina Sanichar

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La historia de Dina Sanichar ha sido inspiración en muchos aspectos, el más conocido, en el entretenimiento. El Libro de la Selva y otras obras de ficción fueron creados a partir de la vida que tuvo el chico.

También jugó un papel importante en el mundo académico, siendo fundamental en los estudios sobre el desarrollo infantil, especialmente para entender los breves períodos de aprendizaje del lenguaje y de las habilidades sociales en los infantes.

Para la ciencia también fue vital, porque ayudó a los expertos a comprender la adaptabilidad y resistencia del cerebro humano en condiciones extremas, y como estos influyen en los enfoques modernos en la psicología y la educación.

Después de haber sido encontrado desnudo, sucio, con los dientes afilados y uñas largas, Sanichar pasó a ser una persona que, en cierta forma, pudo adaptarse a la sociedad, o al menos lo intentó hasta 1895, cuando falleció a los 35 años de edad.

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