El dodo, ese icónico ave extinta que ha sido retratado durante siglos como una criatura torpe y tonta, se encuentra siendo reevaluado y cambiaría todo lo que creíamos saber sobre él. Investigaciones recientes de la Universidad de Southampton, en colaboración con el Museo de Historia Natural (NHM) y el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford, han arrojado nueva luz sobre este enigmático pájaro, revelando que la percepción histórica del dodo como un ser lento y condenado a la extinción es errónea. Este redescubrimiento no solo corrige conceptos erróneos del pasado, sino que también abre nuevas perspectivas para los esfuerzos de conservación contemporáneos.
Corrigiendo conceptos históricos erróneos del dodo

Durante siglos, el dodo ha sido representado como una criatura lenta y poco inteligente, pero un estudio publicado en el Zoological Journal of the Linnean Society el 16 de agosto, sugiere lo contrario. Según el Dr. Neil Gostling, de la Universidad de Southampton, el dodo fue uno de los primeros seres vivos en ser documentado y posteriormente extinguido por la acción humana. Este hecho, señala el Dr. Gostling, desafió las creencias de la época, cuando la extinción de una especie por intervención humana era prácticamente inconcebible.
La nueva investigación subraya que el conocimiento que se tenía sobre el dodo estaba basado en relatos incompletos de marineros holandeses, representaciones artísticas imprecisas y restos fragmentados. Esta combinación de datos condujo a identificaciones erróneas y la proliferación de mitos, como la existencia de especies como el “dodo nazareno” o el “dodo blanco”, que ahora se ha confirmado que nunca existieron.
En el siglo XVIII, tanto el dodo como su pariente cercano, el solitario de la Isla Rodríguez, eran considerados criaturas mitológicas debido a la falta de evidencia tangible. Fue solo gracias al arduo trabajo de los científicos victorianos que se demostró que estas aves no eran mitológicas, sino palomas gigantes que habían evolucionado de manera única en sus respectivos entornos insulares.
El Dr. Mark Young, autor principal del estudio, explica que durante la mayor parte de los siglos XIX y XX, los investigadores creían que existían varias especies diferentes de ambos. Sin embargo, tras revisar minuciosamente 400 años de literatura científica y examinar especímenes en todo el Reino Unido, los investigadores han confirmado que tanto los dos eran miembros de la familia de las colúmbidas, la misma familia que incluye a las palomas y tórtolas.
Redescubriendo la verdadera naturaleza del dodo

Contrario a la creencia popular, el dodo no era un animal torpe y destinado a la extinción. De hecho, el análisis de los pocos relatos escritos sobre dodos vivos, junto con estudios recientes de sus restos óseos, sugiere que era un animal ágil y bien adaptado a su entorno. Los investigadores han encontrado que el dodo tenía un tendón especialmente poderoso en sus patas, lo que le permitía moverse rápidamente por su hábitat boscoso.
El Dr. Julian Hume, paleontólogo del Museo de Historia Natural y coautor del artículo, afirma que estos descubrimientos son cruciales para comprender cómo estos animales se adaptaron a sus entornos insulares. La desaparición del dodo y el solitario, poco después de la llegada de los humanos y los animales introducidos, como ratas y cerdos, solo es un reflejo del impacto que tienen las especies invasoras.
Futuros esfuerzos de investigación y conservación

Este estudio es solo el comienzo de un proyecto más amplio destinado a desentrañar los misterios del dodo y su pariente, el solitario. Los investigadores están utilizando tecnología de vanguardia para reconstruir cómo vivían y se desplazaban estas aves extintas. Este trabajo no solo tiene como objetivo satisfacer la curiosidad científica, sino que también busca proporcionar información valiosa para los esfuerzos de conservación actuales.
El Dr. Markus Heller, profesor de Biomecánica en la Universidad de Southampton y coautor del artículo, enfatiza que al comprender cómo evolucionaron y vivieron estas aves en el pasado, los científicos pueden aplicar estas lecciones para proteger a las especies de aves actuales que están en peligro de extinción.
El proyecto también involucra a la paleoartista Karen Fawcett, quien está creando un modelo de tamaño natural del dodo para ayudar a visualizar cómo se veía realmente esta ave en vida. Fawcett describe su trabajo como una fusión de ciencia y arte, destinada a dar vida a estas criaturas extintas de una manera que sea tangible para el público moderno.
Con estos esfuerzos, los científicos esperan no solo reescribir la historia del dodo, sino también evitar que otras especies sigan el mismo trágico camino hacia la extinción.
Referencia:
- Zoological Journal/The systematics and nomenclature of the Dodo and the Solitaire (Aves: Columbidae), and an overview of columbid family-group nomina. Link.