Las emisiones de CO2 de aviones privados aumentó un 46% en cuatro años

Viajar en avión privado es el epítome del lujo y la comodidad, pero también una amenaza creciente para el medio ambiente por el CO2. Un nuevo estudio revela que las emisiones de carbono de la aviación privada han aumentado un alarmante 46% entre 2019 y 2023, alcanzando los 15,6 millones de toneladas de emisiones de carbono en 2023. Para ponerlo en perspectiva, esta cifra supera las emisiones anuales de países europeos como Eslovenia o Lituania, todo gracias a una élite que representa solo el 0,003% de la población mundial.

¿Qué está impulsando este aumento del CO2?

Las emisiones de CO2 de aviones privados aumentó un 46% en cuatro años
Los datos de seguimiento de vuelos de aviones privados muestran un tráfico intenso en América del Norte, así como en Europa y partes de Asia y América del Sur. Todos los vuelos contribuyeron al aumento del CO2.

La investigación arroja luz sobre los factores detrás del crecimiento de la aviación privada. Casi la mitad de todos los vuelos privados (47,4%) recorrieron menos de 500 kilómetros, una distancia similar a la que hay entre Los Ángeles y San Francisco. Estos trayectos cortos, fácilmente sustituibles por tren o automóvil, generan una huella de CO2 desproporcionada.

En términos geográficos, el 68,7% de los aviones privados están registrados en Estados Unidos, a pesar de que el país alberga sólo al 4% de la población mundial. La región de Miami, en particular, representa un 6% de todas las salidas de aviones privados, subrayando la concentración de este fenómeno en áreas con altas densidades de personas ultrarricas. Otros países con importantes flotas privadas incluyen Brasil, Canadá, Alemania, México y el Reino Unido.

Uno de los hallazgos más irónicos del estudio es que las emisiones de los aviones privados se disparan durante eventos internacionales clave, incluidos aquellos diseñados para abordar el cambio climático. Por ejemplo, la reciente COP28 en Dubái, dedicada a discutir estrategias para reducir las emisiones globales, generó 644 vuelos privados, con un total de 4.800 toneladas de CO2 emitidas.

La Copa Mundial de la FIFA 2022 en Qatar fue aún peor, con 1.846 vuelos privados que liberaron 14.700 toneladas de CO2. Además, se observó un aumento significativo en los vuelos durante las vacaciones de verano y los fines de semana, lo que sugiere que la mayoría de estos viajes son por ocio más que por negocios esenciales.

El impacto de la élite

Las emisiones de CO2 de aviones privados aumentó un 46% en cuatro años
Mapa de todos los vuelos privados al Mundial de la FIFA 2022.

El estudio subraya que la aviación privada está dominada por un grupo reducido de 256,000 individuos con un “patrimonio neto ultra elevado”. Estas personas, con una riqueza promedio de 123 millones de dólares y un patrimonio combinado de 31 billones de dólares, emiten casi 500 veces más CO2 que el ciudadano promedio en un solo año. Curiosamente, la mayoría de esta élite es la que suele aparecer ante los medios de comunicación, abogando por la reducción del CO2 o en campañas a favor del medio ambiente. Irónico, ¿no?

Mientras esta élite disfruta de viajes exclusivos, las consecuencias del cambio climático —desastres naturales, pérdida de biodiversidad, desplazamientos masivos— recaen desproporcionadamente sobre las comunidades más pobres del mundo. Estas poblaciones, que tienen los menores recursos para adaptarse a los cambios climáticos, son las más vulnerables a sus efectos devastadores.

Un desafío político

Los autores del estudio señalan que regular la aviación privada es un dilema político complejo. Las políticas climáticas suelen centrarse en reducir las emisiones generales, pero rara vez abordan el papel descomunal que desempeñan los ricos en esta crisis. “El transporte aéreo privado ilustra el enigma político: los responsables políticos son reacios a imponer restricciones significativas a los más poderosos”, advierten.

Esto plantea una pregunta crucial: ¿cómo se puede reducir el uso de aviones privados sin exacerbar la desigualdad social o económica? Para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, se necesitará una combinación de tecnología más eficiente, políticas más estrictas y un cambio cultural que cuestione la legitimidad del lujo desmedido en un planeta en crisis.

El estudio, publicado en la revista Communications Earth & Environment, deja claro que la aviación privada, aunque representa una pequeña fracción del total de vuelos, tiene un impacto ambiental masivo. Los investigadores destacan la urgente necesidad de tomar medidas regulatorias más estrictas y desarrollar alternativas sostenibles para la aviación.

Sin embargo, más allá de la tecnología, la solución también requiere un cambio en la mentalidad de los más privilegiados. Si bien es poco probable que la aviación privada desaparezca por completo, limitar su uso excesivo podría ser un paso clave en la lucha contra el cambio climático, asegurando que los recursos del planeta se utilicen de manera más equitativa y sostenible.

Referencia:

  • Communications Earth & Environment/Private aviation is making a growing contribution to climate change. Link.

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