La adicciĂłn a drogas, las apuestas o hasta el cigarrillo, causa cientos de cambios en la anatomĂa del cerebro, su quĂmica y la señalizaciĂłn de cĂ©lula a cĂ©lula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis.
Puede comenzar como un juego, un desafĂo entre amigos o bandas, o simplemente una experiencia traumĂĄtica que lleva a la depresiĂłn. Caer en un adicciĂłn trae consecuencias muy negativas en el organismo. Y por sobre todo, en su Ăłrgano mĂĄs importante: el cerebro.
Cualquier adicciĂłn puede convertirse en un peligroso enemigo. Ninguna persona estĂĄ exenta. Sin embargo, no todos se convertirĂĄn en adictos.
¿Qué es la adicción?
Se considera que una persona es adicta cuando se desarrolla una dependencia psicolĂłgica, es decir, una conducta repetitiva y compulsiva con respecto al uso de una sustancia. Coexisten la dependencia psicolĂłgica y fĂsica que es la respuesta del cuerpo ante esa sustancia.
En sĂ, la definiciĂłn de adicciĂłn aplica a la compulsiĂłn y repeticiĂłn del uso de alcohol, nicotina, drogas opiĂĄceas como la heroĂna, tambiĂ©n la cocaĂna y otros estimulantes. Pero, ÂżQuĂ© hay del juego, el sexo y hasta los videojuegos e incluso Internet?.
Efectos sobre el cerebro
Los cientĂficos han desarrollado en los Ășltimos años estudios detallados de cĂłmo la adicciĂłn interrumpe las vĂas y los procesos que subyacen al deseo, la formaciĂłn de hĂĄbitos, el placer, el aprendizaje, la regulaciĂłn emocional y la cogniciĂłn, despuĂ©s de pasar dĂ©cadas investigando los cerebros de animales de laboratorio amantes de la droga y escaneando el cerebro de voluntarios humanos.
La adicciĂłn causa cientos de cambios en la anatomĂa del cerebro, la quĂmica y la señalizaciĂłn de cĂ©lula a cĂ©lula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis, que son la maquinaria molecular para el aprendizaje. Aprovechando la maravillosa plasticidad del cerebro, la adicciĂłn remodela circuitos neuronales para asignar valor supremo a la cocaĂna o a la heroĂna a expensas de otros intereses como la salud, el trabajo, la familia o la vida misma.
El doctor Gabriel Persi, jefe del Ărea de Enfermedades Cerebrovasculares del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba), explica:
“Hay un efecto del sistema de recompensa, donde el paciente obtiene un beneficio por el uso de la sustancia, luego eso se vuelve indispensable y necesario para vivir. A esa conducta, se le agregan otros fenĂłmenos adversos que se combinan por efecto de la droga. Todo esto se establece tambiĂ©n en un ambiente social que es parte del problema. El entorno social acompaña el deterioro de la persona, ese entorno te lleva a la droga o la droga al entorno. Es una relaciĂłn directa, en donde no se puede separar el medio social”, precisĂł Persi.
Circuitos cerebrales de recompensa
El doctor Salvador Guinjoan, jefe del Servicio de PsiquiatrĂa de la FundaciĂłn Fleni tambiĂ©n apuntĂł cuĂĄl es el primer cambio notorio de una persona adicta: los circuitos cerebrales de recompensa.
“Se la llama neurotransmisiĂłn dopaminĂ©rgica y consiste en que la droga va sustituyendo las recompensas naturales del organismo, como pueden ser la comida o las relaciones sexuales. La droga, el cigarrillo o el alcohol puentean  las funciones y utilizan el mismo mecanismo para hallar una sensaciĂłn de placer en el cuerpo”, señalĂł Guinjoan y remarcĂł que “las personas que desarrollan una adicciĂłn, van desarrollando el concepto de tolerancia en su organismo, por lo que van a necesitar cada vez mĂĄs droga o el cambio a otra mĂĄs fuerte, ya que el efecto de una cantidad pautada o tipo de estupefaciente ya probado, no va a a alcanzar para llegar al placer”.
La doctora Magdalena Boano, mĂ©dica especialista en PsiquiatrĂa de Ineco coincidiĂł con Guinjoan al destacar que la mayorĂa de drogas que producen adicciĂłn afectan el cerebro incrementando la neurotransmisiĂłn dopaminĂ©rgica en el circuito de recompensa del cerebro.
“La dopamina es un neurotransmisor que se encuentra en ciertas ĂĄreas del cerebro vinculadas con el movimiento, la motivaciĂłn y la sensaciĂłn de gratificaciĂłn entre otras funciones”, afirmĂł Boano a Infobae.
ReducciĂłn de Coeficiente intelectual
Un estudio evidencia que el consumo frecuente de cannabis reduce el coeficiente intelectual, el estudio llevado a cabo por University of Medicine and Health Sciences (Estados Unidos) ha evidenciado que el consumo frecuente de cannabis entre los adolescentes reduce en el futuro el coeficiente intelectual. Publicado en la revista ‘Psychological Medicine’, los datos han evidenciado que hubo disminuciones de aproximadamente dos puntos de coeficiente intelectual a lo largo del tiempo en aquellos que consumen cannabis con frecuencia en comparaciĂłn con aquellos que no consumen cannabis. AdemĂĄs, un anĂĄlisis mĂĄs detallado sugiriĂł que esta disminuciĂłn en los puntos de coeficiente intelectual se relacionĂł principalmente con la reducciĂłn del coeficiente intelectual verbal.