
Es nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad Fudan en Shangái, China, encabezado por el investigador Zhicheng Shao, descubrió que una combinación de sustancias a la que llamaron MEDY, ayuda al descongelamiento del tejido cerebral, sin que este no pierda sus funciones o sufra daño.
Se trata de una técnica pionera con la que los científicos pudieron congelar tejido cerebral humano y recuperar su función normal tras el descongelamiento, lo que podría significar un nuevo camino en el estudio de condiciones neurológicas.
Cómo funciona el proceso de congelar y descongelar tejido cerebral humano

El tejido cerebral humano, según lo que se conoce, no sobrevive al proceso de congelamiento y descongelamiento. Esto significó una enorme limitación en la investigación médica durante décadas. Pero en un intento de sortear este obstáculo, Shao y su equipo usaron células madre embrionarias humanas para cultivar muestras de tejido cerebral, conocidas como “organoides” durante tres semanas. El tiempo fue suficiente para que se desarrollaran neuronas y células nerviosas funcionales.
Para lograrlo, los expertos sumergieron los organoides, que median alrededor de 4 milímetros de ancho, en distintas soluciones químicas como azúcares y anticongelantes. Estas sustancias son esenciales para proteger las células durante el proceso de congelamiento en nitrógeno líquido por, al menos, 24 horas.
Después, los tejidos se descongelaron y se observó la tasa de muerte celular y el crecimiento de neuritas, las “ramas” de las células nerviosas, durante dos semanas.
A partir de tales experimentos, los investigadores seleccionaron la mejor combinación de compuestos, llamándola MEDY. Dicha mezcla incluye metilcelulosa, etilenglicol, DMSO y Y-276 32, y todo parece indicar interfiere en la muerte celular.
“Sabemos que las células cerebrales son muy frágiles y sensibles al estrés”
Así lo explicó João Pedro Magalhães, de la Universidad de Birmingham, para la revista New Scientist. También se resaltó lo impresionante del método del equipo chino, que logró prevenir con éxito la muerte celular y preservar la función del tejido.
El trabajo de los expertos

El equipo probó MEDY a través de varios experimentos con organoides cerebrales de distintas edades, desde 28 días hasta más de 100 días. Los organoides se pusieron en MEDY previo a ser congelados por unas 48 horas, antes de ser descongelados.
Después de 150 días se observaron y se descubrió un crecimiento similar al del tejido cerebral que nunca habían sido congelados, incluso después de 18 meses en algunos casos. Esto fue consistentes en organoides de diferentes regiones del cerebro.
Además, los expertos aplicaron este enfoque al tejido cerebral real. Usaron cubos de 3 milímetros de tejido cerebral de una niña de 9 meses con epilepsia y emplearon el mismo proceso. El tejido mantuvo su estructura inicial y siguió activo en cultivo durante al menos dos semanas después del descongelamiento.
¿El futuro de MEDY?

El éxito de este método sugiere muchísimas aplicaciones potenciales, que van desde el estudio de enfermedades neurológicas hasta otras aéreas como el trasplante de organoides y el descubrimiento de medicamentos novedosos. Respecto a eso, Magalhães dijo:
“Pensando en décadas o incluso siglos adelante, podemos imaginar que se criopreservará a pacientes que tengan una enfermedad terminal o a astronautas criopreservados para viajar a otros sistemas estelares. MEDY puede representar un pequeño paso hacia ese objetivo”.
Claramente, aún quedan mucho trabajo y mejoras, también se necesita más investigación y pruebas antes de que pueda aplicarse a escalas más grandes y con tejidos más complejos. Pero los resultados obtenidos por ahora son un indicio muy prometedor de lo que se podría lograr futuro en el mundo de la salud.
Puedes leer el estudio completo en el siguiente enlace.