Hace 20 años, los rovers Spirit y Opportunity aterrizaron en Marte, descubriendo evidencia de un pasado húmedo. Su durabilidad sorprendente y hallazgos inspiraron misiones posteriores, impactando la exploración marciana y dejando un legado en la búsqueda de respuestas fundamentales sobre el planeta rojo.

El 3 y 24 de enero de 2004, los rovers Spirit y Opportunity de la NASA realizaron aterrizajes exitosos en Marte. La imagen presentada muestra la vista que Opportunity capturó de su propia sombra el 26 de julio de ese mismo año, marcando el día 180 de su misión en el Planeta Rojo. Créditos: NASA/JPL-Caltech
Este mes marca el vigésimo aniversario desde que dos valientes exploradores robóticos, Spirit y Opportunity, aterrizaron en Marte como parte del ambicioso Proyecto Mars Exploration Rover de la NASA. Este hito histórico no solo marcó el comienzo de una nueva era en la exploración interplanetaria, sino que también dejó un legado duradero que ha allanado el camino para las misiones actuales y futuras. En enero de 2004, los rovers gemelos, del tamaño de un carrito de golf, descendieron espectacularmente a lados opuestos de Marte. Envueltos en bolsas de aire, rebotaron en la superficie unas 30 veces antes de detenerse y desinflarse. Su misión fue buscar evidencia de que el agua había fluido en la superficie marciana en algún momento de su historia.
Los hallazgos de Spirit y Opportunity revolucionaron nuestra comprensión de Marte. Opportunity descubrió los famosos “arándanos”, guijarros esféricos de hematita formados en agua ácida. Spirit, mientras arrastraba una rueda dañada, encontró signos de antiguas fuentes termales que podrían haber sido hábitats ideales para la vida microbiana hace miles de millones de años. Estos descubrimientos desafiaron las percepciones previas de Marte como un desierto helado y sugirieron que el planeta había experimentado un pasado húmedo y diverso. Las imágenes orbitales habían mostrado redes de canales tallados en agua, pero Spirit y Opportunity proporcionaron la evidencia tangible que faltaba.
“Nuestros rovers gemelos fueron los primeros en demostrar que alguna vez existió un Marte temprano y húmedo. Allanaron el camino para aprender aún más sobre el pasado del Planeta Rojo con rovers más grandes como Curiosity y Perseverance “.
Matt Golombek, Ex Científico del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA
El legado de estos pioneros robóticos continúa impactando la exploración marciana. La información recopilada allanó el camino para el desarrollo de rovers más grandes, como Curiosity y Perseverance. El Rover Curiosity aterrizó en 2012, y confirmó la presencia de ingredientes químicos que sustentan la vida en el pasado marciano. Por otro lado, el Rover Perseverance que aterrizó en 2021, busca actualmente signos de vida microbiana antigua, apoyándose en los éxitos de sus predecesores. Además de sus logros científicos, Spirit y Opportunity inspiraron a una nueva generación de científicos. Abigail Fraeman, una estudiante de secundaria invitada al JPL durante el aterrizaje del Opportunity, encontró inspiración esa noche al presenciar la emoción del retorno de la primera señal, confirmando el aterrizaje seguro. Esta experiencia la llevó a una carrera como geóloga de Marte, regresando años después al JPL para ayudar a dirigir el equipo científico de Opportunity. Actualmente, como científica adjunta del proyecto Curiosity, Fraeman destaca la dedicación del grupo extraordinario que mantuvo en funcionamiento a los rovers gemelos durante años. Se siente afortunada de trabajar con colegas cercanos mientras exploran lugares nunca vistos en el intento de responder preguntas fundamentales sobre Marte.
A pesar de ser diseñados para funcionar solo 90 días, tanto Spirit como Opportunity superaron las expectativas al operar durante varios años en Marte. Opportunity, que aterrizó el 24 de enero, duró casi 15 años antes de sucumbir a una tormenta de polvo en 2018. Esta durabilidad sorprendió a los científicos e ingenieros, quienes inicialmente esperaban exploraciones locales de no más de 600 metros. Estos rovers impulsados por energía solar ofrecieron una exploración mucho más extensa de Marte de lo previsto. Opportunity, en particular, se destacó al cubrir casi 30 millas (45 kilómetros), convirtiéndose en el primer rover en completar una distancia de maratón en otro planeta. Esta longevidad permitió al equipo estudiar una amplia variedad de terrenos marcianos, desafiando las expectativas iniciales y contribuyendo significativamente a nuestra comprensión del planeta rojo.