
Un renombrado experto de la NOAA (Administración Nacional OceĆ”nica y AtmosfĆ©rica) ha planteado la posibilidad de la existencia de enormes depredadores desconocidos en la Fosa de las Marianas, como el megalodón, e incluso, una ācivilización submarina inteligenteā.
SegĆŗn sus investigaciones, es plausible que criaturas gigantes aĆŗn habiten las profundidades marinas. Si consideramos la teorĆa de la evolución como precisa, entonces estos colosos podrĆan haberse adaptado a la vida en condiciones de extrema presión y oscuridad en las profundidades del ocĆ©ano.
Sin embargo, uno de los desafĆos mĆ”s significativos para el estudio de la fauna marina radica en el hecho de que la mayorĆa de las criaturas muertas se depositan en el lecho marino, donde los investigadores tienen escasas oportunidades para llevar a cabo estudios detallados. AdemĆ”s, la rĆ”pida descomposición de los cadĆ”veres y el consumo por parte de diversas criaturas hacen que sea aĆŗn mĆ”s difĆcil la investigación. SegĆŗn estimaciones, es posible que solo hayamos descubierto alrededor del 1% de todas las posibles especies biológicas en profundidades superiores a los 2.000 metros.
La investigación de la Fosa de las Marianas

Uno de los eventos mÔs notables tuvo lugar en 2003, cuando se sumergió un dispositivo de investigación en el fondo de la Fosa de las Marianas. A una profundidad de 6.000 metros, las cÔmaras capturaron imÔgenes de criaturas con dimensiones que superaban los diez metros. No obstante, resulta imposible determinar con certeza si se trataba de tiburones, peces gigantes, medusas o calamares.
En esa misma expedición, se produjo un suceso extraordinario: el dispositivo de investigación fue atacado. El casco de acero de la embarcación sufrió deformaciones y el cable, diseñado para soportar cargas extremas, mostró signos de intento de corte o mordeduras por parte de algo desconocido.
Hasta el aƱo 2018, se llevaron a cabo mĆ”s de 20 inmersiones en la Fosa de las Marianas. A pesar de que la mayorĆa de ellas no revelaron ningĆŗn descubrimiento sensacional relacionado con los eventos de 15 aƱos atrĆ”s, un episodio posterior continuó siendo un misterio. Durante una exploración del lecho de la Fosa de las Marianas, el dispositivo de investigación registró destellos luminosos que los cientĆficos interpretaron como la luminiscencia de criaturas desconocidas de las profundidades oceĆ”nicas.
Durante varias horas, el dispositivo recopiló datos sobre la fauna en el punto mÔs profundo de los océanos. Sin embargo, la transmisión se interrumpió abruptamente cuando se detectaron interferencias. La sonda de investigación logró salir a flote y sobrevivir solo gracias a una extraordinaria dosis de buena suerte. Al inspeccionarla, se encontraron numerosos arañazos en su superficie, y la grabación de video se perdió debido a los graves daños en el equipo.
Acontecimientos extraƱos

Las circunstancias que rodean estos acontecimientos son todo menos normales. Para incapacitar un costoso dispositivo con un casco reforzado, se requiere mÔs que la simple presencia de un tiburón o un calamar gigante. Para interrumpir la transmisión, un miembro de la fauna oceÔnica tuvo que penetrar en el dispositivo de investigación y manipular directamente los instrumentos.
Se conserva una grabación de audio de esta inmersión, en la que los sensores registraron un estruendo creciente, similar a una actividad mecÔnica, aunque los expertos aseguran que, casi con total seguridad, es de origen biológico, aun no se ha logrado establecer la causa exacta de dicho fenómeno intrigante.