La declararon muerta, pero luego fue encontrada intentando respirar dentro de una bolsa de cadáveres

¿Qué sentirías si un familiar es declarado como fallecido y luego es encontrada intentando respirar dentro de una bolsa de cadáveres? La historia que voy a contarles es tan sorprendente que parece sacada de una película. Imaginen estar en la funeraria, todo listo para el último adiós, y de repente, darse cuenta de que la persona a la que están despidiendo… ¡está viva! Esto fue lo que sucedió con Constance Glanz, una mujer de 74 años en Lincoln, Nebraska.

declararon muerta a Constance Glanz, pero luego fue encontrada intentando respirar dentro de una bolsa de cadáveres

Constance Glanz Fue encontrada intentando respirar dentro de una bolsa de cadáveres

Constance Glanz fue declarada muerta en un hogar de ancianos y su cuerpo fue trasladado a la funeraria Butherus, Maser y Love. Todo parecía en orden hasta que, dos horas después de su llegada, un empleado notó algo fuera de lo común: ¡Constance estaba respirando! Inmediatamente se le realizó RCP y fue llevada al hospital, donde sobrevivió unas horas más antes de ser declarada muerta por segunda vez.

En una conferencia de prensa, el Subjefe Ben Houchin explicó que, dado que Glanz estaba en cuidados paliativos, no era necesaria la intervención inmediata de un forense. Un médico que había visto recientemente a Constance firmó el certificado de defunción, presumiblemente tras una evaluación médica exhaustiva. “Este es un caso muy inusual,” comentó Houchin. “En 31 años de servicio, nunca había visto algo así.”

Ben Houchin sobre el caso de Constance Glanz

Casos Similares de “Muertes Erróneas”

Aunque raros, los casos de personas declaradas muertas erróneamente no son inauditos. En junio de 2023, una mujer en Ecuador fue declarada muerta tras un derrame cerebral y, cinco horas después, fue encontrada viva en su ataúd. En Iowa, una mujer fue llevada a una funeraria y encontrada jadeando por aire dentro de una bolsa para cadáveres. Y en Michigan, una mujer con parálisis cerebral fue declarada muerta por paramédicos, solo para ser descubierta respirando por el morticiano horas después.

Estas situaciones nos llevan a cuestionar: ¿Qué significa realmente morir? La respuesta no es tan sencilla. “Hay mucha controversia sobre cuándo las personas realmente mueren,” dice el Dr. Joseph Eble, médico y presidente de la Guilda de Tulsa de la Asociación Médica Católica. “Morir no es un estado binario, sino más bien una zona gris.”

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La Definición Moderna de la Muerte

Hoy en día, declarar la muerte sigue pautas estrictas. En 1980, un grupo de trabajo convocado por el presidente Jimmy Carter, compuesto por neurocirujanos, teólogos e historiadores, definió la muerte como la cesación irreversible de las funciones circulatorias y respiratorias, o de todas las funciones del cerebro, incluido el tronco cerebral. Esta definición fue adoptada por casi todos los estados de EE. UU.

La Muerte Cerebral como Estándar

Con el tiempo, la muerte cerebral se convirtió en la definición más aceptada de muerte biológica. En 2019, la Academia Americana de Neurología reafirmó que la muerte cerebral es equivalente a la muerte circulatoria, con un 93% de los miembros de la organización de acuerdo con esta afirmación.

La Historia de Determinar la Muerte

Desde tiempos antiguos, la humanidad ha luchado por definir el momento exacto de la muerte. Los griegos cortaban dedos para despertar a los muertos, los romanos usaban agua caliente y llamaban al difunto en voz alta, y los eslavos cantaban al cuerpo durante días. En el siglo XIX, el miedo a ser enterrado vivo llevó a la creación de “ataúdes de seguridad” con tubos de respiración y campanas.

Reflexiones Finales sorbe el caso de Constance Glanz

El caso de Constance Glanz, al igual que otros similares, subraya la complejidad de determinar el momento exacto de la muerte. Nos recuerda que, a pesar de los avances médicos y tecnológicos, la frontera entre la vida y la muerte sigue siendo una de las grandes incógnitas de la humanidad. Este misterio no solo plantea desafíos médicos y legales, sino también profundos dilemas éticos y filosóficos.

Estas historias nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia mortalidad y sobre cómo, incluso en la era moderna, la vida puede sorprendernos de maneras inesperadas y asombrosas.

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