En los últimos años, las predicciones alarmantes sobre el cambio climático han dominado los titulares, generando preocupación global. Uno de los escenarios más temidos ha sido el colapso del glaciar Thwaites, conocido como el Glaciar del Fin del Mundo, que podría desencadenar un aumento catastrófico en el nivel del mar. Sin embargo, un reciente estudio liderado por científicos de Dartmouth cuestiona algunas de las predicciones más extremas, sugiriendo que el colapso no sería tan inminente ni tan devastador como se temía.
Las predicciones del Glaciar del fin del mundo

El estudio en cuestión desafía una proyección alarmante sobre el glaciar del fin del mundo incluida en el sexto informe de evaluación del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) de la ONU. Este informe advertía sobre la posibilidad de un colapso masivo de las capas de hielo antárticas, lo que podría elevar el nivel del mar global en hasta 15 metros para el año 2300.
Tal aumento sumergiría vastas áreas costeras, incluyendo gran parte de la península de Florida. Sin embargo, los investigadores de Dartmouth han encontrado que este escenario extremo, basado en un mecanismo llamado Inestabilidad de los Acantilados de Hielo Marino (MICI), es poco probable.
El MICI sugiere que si una plataforma de hielo colapsa rápidamente, podría dejar acantilados de hielo sin soporte, que se desmoronarían por su propio peso, provocando un rápido retroceso de la capa de hielo. No obstante, este mecanismo no ha sido observado en la realidad y solo se ha modelado en simulaciones de baja resolución. El equipo de Dartmouth utilizó modelos de alta resolución para simular el comportamiento del glaciar Thwaites, encontrando que es improbable que experimente un colapso rápido durante el siglo XXI.
Las implicaciones del estudio

El cuestionamiento de estas predicciones extremas tiene implicaciones significativas para las políticas públicas. Según Mathieu Morlighem, profesor de ciencias de la Tierra en Dartmouth, las proyecciones del IPCC, aunque de baja probabilidad, han sido utilizadas para justificar la construcción de barreras físicas y la reubicación de comunidades en zonas bajas.
“Estas proyecciones están cambiando la vida de las personas. Es crucial que las predicciones utilizadas en la planificación costera sean precisas y estén bien fundamentadas en la física”.
A pesar de este nuevo enfoque, los científicos enfatizan que la pérdida de hielo en la Antártida sigue siendo una preocupación grave. Aunque el MICI podría no jugar un papel tan devastador como se pensaba, otros mecanismos como la Inestabilidad de las Capas de Hielo Marino (MISI) continúan representando un riesgo significativo. La MISI predice que, sin las plataformas de hielo, los glaciares como el glaciar del fin del mundo que descansan sobre terrenos sumergidos podrían retroceder inestablemente, contribuyendo al aumento del nivel del mar.
Mientras que este estudio ofrece un alivio parcial al desmentir algunas de las predicciones más catastróficas, subraya la necesidad de continuar investigando y modelando los comportamientos de las capas de hielo para entender mejor el impacto a largo plazo del cambio climático. Los investigadores concluyen que, aunque el “Glaciar del Fin del Mundo” podría no colapsar de manera inminente, el retroceso del hielo polar sigue siendo un tema crítico que requiere atención constante y precisa.
Referencia:
- Science Advance/The West Antarctic Ice Sheet may not be vulnerable to marine ice cliff instability during the 21st century. Link.