
En una época donde despegarnos de nuestro celular se hace cada vez más difícil, los accidentes relacionados con ellos son muy frecuentes. Uno de los más problemáticos, porque podría acarrear la muerte definitiva de nuestro dispositivo, es cuando caen al agua ¡Pero no te preocupes! Aquí te traemos una guía que debes seguir para salvar tu teléfono móvil en caso de que esto suceda.
Salva tu celular si se ha caído al agua

En la playa, en el parque, hasta en el baño. A todos nos ha pasado en algún momento y es una de las situaciones más angustiantes. Saber que nuestro celular ha caído en el agua es prácticamente saber que necesitamos comprar uno nuevo, porque de no actuar rápido y de la manera correcta, es el fin de nuestro equipo. Pero no te preocupes más, te traemos una serie de pasos a seguir si quieres salvar tu teléfono.
Apaga tu dispositivo
Apenas sacamos nuestro teléfono del agua, lo primero que debemos hacer de forma inmediata, si queremos tener posibilidades de que sobreviva, es apagarlo. Esto evitará que se produzca algún corto en la placa u otro de sus componentes, disminuyendo el daño todo lo posible.

Desmonta las piezas
Después de apagar el celular, lo siguiente que debemos hacer es retirar todas las piezas que podamos. Comienza quitando su estuche protector y todos los accesorios externos, como auriculares, cargadores, tarjeta SIM, tarjeta SD y la batería, si es posible. De esta manera se evitará que se filtre más agua a otros componentes.
Seca apropiadamente
Es momento de proceder a secar. Puedes usar un secador de cabello, pero nunca con aire caliente: debe estar a temperatura normal, ya que el calor podría afectar la soldadura fría de los componentes de la placa. También puedes usar papel absorbente o toallas suaves. La mejor manera de secarlas es realizando movimientos circulares, dándole mucha atención a los diferentes puertos, como los de carga o las tarjetas.

Espera a que el agua se drene del celular
Después de cumplir los pasos mencionados, lo siguiente es drenar el agua o esperar a que se seque completamente colocándolo en una toalla seca. En este punto es importantísimo recalcar que no debes meter tu celular en arroz, ya que el almidón podría afectar sus componentes. Lo mejor es colocarlo en un recipiente hermético con bolsas de gel, para que estas absorban el agua rápidamente.
También puedes hacer uso de aspiradora para eliminar los residuos de humedad que aun queden en las aberturas del teléfono. Finalmente, evita encender el teléfono demasiado pronto. Espera, al menos, 24 horas.
Control de daños
Una vez que estés seguro que el teléfono está totalmente seco, puedes encenderlo. Debes verificar que todas las funciones estén con normalidad. Aun así, te mostramos algunas señales que suelen aparecer cuando el dispositivo ha sufrido algún daño:
- Fallas de sonido: Se escucha demasiado ruido, las notas se distorsionan, lo que impide escuchar correctamente.
- Estática en auriculares: Al momento de conectarlos, el ruido suena como una radio antigua con mala recepción por culpa de la estática.
- Fallas al cargar: Esto puede suceder de varias formas, que el pin de carga haya quedado con “juego”, o sea, que debes posicionarlo de una forma muy exacta para que haga contacto, que no cargue o que aparezca un mensaje de error.
- Fallas en la pantalla: Es probable que la imagen del teléfono comience a presentar fallas, como imagen distorsionada, oscurecida o pequeñas manchas.
- Agua o humedad en la cámara: Es probable que al probar la cámara, esta muestre rastro de humedad en el lente, lo que no permite enfocar bien y las imágenes se vean mal. Esto indicaría que se filtró el agua al lente.
Si por desgracia, detectas alguna de estas fallas en tu celular, lo mejor es tomar medidas más precisas para evitar males mayores. Acude a un profesional para asegurar que tu teléfono vivirá. Pero si haciendo los primeros pasos, no hay más errores, felicidades, acabas de salvarlo.