Hyperloop: El transporte que cambiaría al mundo y terminó en otro fracaso de Elon Musk

Hyperloop: El transporte que cambiaría al mundo y terminó en otro fracaso de Elon Musk

Han pasado más de diez años desde que Elon Musk publicó un trabajo con su propuesta para viajar en cápsulas por tubos al vacío. Su nombre era Hyperloop, pero desde que comenzó su desarrollo, no hizo más que presentar fracaso tras fracaso.

Teóricamente, este nuevo medio de transporte alcanzaría más de 1.000 km/h, lo que lo llevaría a rozar la velocidad del sonido, pero ninguno de los ensayos hasta la fecha ha acertado, lo que ha generado descontento y desconfianza.

Por ello, a finales del 2023, una de las empresas que más dinero había reunido para el proyecto, Hyperloop One, cerró. Asimismo, la empresa española Zeleros, quien también aspiraba llevar la tecnología al país ibérico, anunció el despido de la mitad de su plantilla y la reorientación de su visión a la movilidad eléctrica.

El fracaso de Hyperloop

Hyperloop: El transporte que cambiaría al mundo y terminó en otro fracaso de Elon Musk
Elon Musk presentó Hyperloop en 2013.

Para muchos, esto era una muerte anunciada. Carlo van de Weijer, director de Movilidad Inteligente de la Universidad Técnica de Eindhoven, una de las personas más críticas de Hyperloop, dijo:

“Es una solución muy complicada en busca de un problema que no existe. Poner dinero en hyperloop como sistema de transporte serio fue una idea estúpida desde el principio”.

Pero la tecnología generó un enorme interés en su momento por el escenario casi fantástico que presentó Musk, como hacer viajes de San Francisco-Los Ángeles en 30 minutos, cuando lo normal son 6 horas, El fundador de Tesla y SpaceX usó su imagen para llamar inversores, de hecho, muchos de ellos llegaron por “no querer perder otra oportunidad como Tesla”.

Hyperloop One levantó hasta 450 millones de dólares. Entre sus inversores estaban Richard Branson, el multimillonario y fundador del imperio tecnológico Virgin, y el operador portuario emiratí Dubai Ports Wordl. Otra startup, Hyperloop TT, había obtenido cerca de los 108 millones de dólares en 2016. Manuel Romana, profesor de Transporte en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad Politécnica de Madrid, dijo:

“El asunto estaba totalmente verde y la gente estaba comprando futuro. Los que pusieron dinero querían subirse al carro al principio. Pero hay varias incertidumbres tecnológicas fuertes de cómo conseguir la tecnología”.

El Hyperloop se inspira en los sistemas de tubos neumáticos que se implantaron a finales del siglo XIX para enviar documentos en grandes edificios. Los mismos que se usan hoy en supermercados para retirar el efectivo de la caja rápidamente. Musk pensó que eso se podía llevar a la escala de un transporte de personas y mercancías, pero es claro que dicha tecnología solo tenía un diámetro de centímetros en su funcionamiento.

Esto demuestra que la realidad es mucho más compleja que la teoría. De hecho, cuando Van de Weijer visitó una de las instalaciones de Hyperloop One, salió con más dudas de las que tenía:

“Vi algunos problemas fundamentales y me sorprendió que no hubiera una respuesta seria a todas estas cuestiones. Estaban gastando una enorme cantidad de dinero en el desarrollo de cosas completamente irrelevantes”.

Qué es Hyperloop

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Son demasiados los desafíos para que sea funcional.

Básicamente, Hyperloop es un concepto futurista de transporte que Elon Musk propuso por primera vez a mediados de 2013. El sistema de transporte a alta velocidad prometía revolucionar los viajes terrestres al permitir que las cápsulas alcanzaran velocidades extremas dentro de un tubo de vacío.

Pero a pesar de todas estas promesas de viajes ultrarrápidos y eficiencia energética, Hyperloop tiene desafíos técnicos, de seguridad y financieros que hacen que su viabilidad sea casi un cuento de hadas.

En principio, se presenta como una solución innovadora para abordar los desafíos de congestión del tráfico y tiempos de viaje prolongados en las zonas urbanas y muy pobladas. Se decía que tendría la capacidad de hasta 1220 km/h y reduciría drásticamente los tiempos de viaje entre ciudades, permitiendo recorrer trayectos diarios más rápidos y eficientes.

Hyperloop eliminaría la resistencia del aire y requeriría menos energía para propulsar las cápsulas a alta velocidad, lo que podría reducir los costos operativos y el impacto ambiental en comparación con otros medios de transporte de larga distancia, como los aviones y automóviles.

Pero a pesar de estas ventajas potenciales, como mencionaron los expertos, los desafíos técnicos que se deben sortear para convertirse en una realidad son, prácticamente, imposibles. Uno de los desafíos más importantes es la construcción y mantenimiento de un tubo de vacío de la longitud requerida para los viajes de larga distancia. Esto demandaría la creación de una infraestructura masiva y costosa que podría ser complicado de financiar y construir en la práctica.

Otras preocupaciones son sobre la seguridad del sistema, especialmente en caso de una ruptura en el tubo de vacío o un mal funcionamiento del equipo. A las velocidades que funcionarían, el mínimo error tendría consecuencias catastróficas. Lo que llevó a la conclusión de que Hyperloop, además, sería inseguro.

En relación a esto, otros expertos cuestionaron su capacidad de resistir eventos extremos, como terremotos o impactos de objetos sueltos en el tubo de vacío. Debido a que el sistema operaría en un entorno altamente controlado y cerrado, cualquier falla podría tener consecuencias graves y potencialmente mortales para los pasajeros y el personal.

Además de estas problemáticas, también están los problemas financieros. Aunque sí, en teoría es más barato de construir y operar que otros medios de transporte, el costo inicial de construcción podría ser prohibitivamente alto, especialmente para proyectos a gran escala que conectan ciudades distantes entre sí.

Finalmente, el último inconveniente al que podría enfrentarse Hyperloop es la posible demanda de viajes y la disposición de los pasajeros de probar un servicio nuevo y con muchos detractores. Sin una base sólida de usuarios potenciales, es complicado justificar la inversión inicial necesaria para construir y operar el sistema.

Otros proyectos similares a Hyperloop

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El Flux.Jet canadiense.

Canadá, específicamente la compañía canadiense TransPod, está desarrollando un híbrido entre un tren de alta velocidad y un avión denominado Flux.Jet. Dicho medio de transporte se está diseñando para cubrir la ruta entre Calgary y Edmonton, una de las más transitadas del país, mediante un sistema de cápsulas, prometiendo revolucionar la forma de viajar.

En China, los últimos avances del tren ultrarrápido de la Corporación de Industria y Ciencia Aeroespacial (CASIC), revelan que ha alcanzado una velocidad récord jamás registrada por un vehículo maglev superconductor.

Hasta el momento no ha trascendido la velocidad a la que ha sido capaz de circular el vehículo por un circuito experimental de 2 kilómetros construidos en la provincia de Shanxi. Pero, según el CASIC, el T-Flight superó los 623 km/h que había alcanzado en octubre del 2023.

La prueba no solo estableció un récord de velocidad, sino que también validó varias tecnologías clave y demostró que funcionan bien juntas.

En cualquier caso, Hyperloop no ha salido bien, dejando muy mal parado a Elon Musk que aseguraba que, no solo era posible, sino que sería un hecho. Los costes desorbitantes, la física, el marco legal e incluso el medio ambiente ayudan a este medio de transporte que sigue siendo un prácticamente una fantasía futurista y otro de los sueños de Musk y Branson. Pero bueno, quizás el sueño si se cumpla, pero en otros países y no gracias al CEO de X.

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