El reciente lanzamiento de al menos 180 misiles desde Irán hacia Israel ha generado una nueva escalada en un conflicto que lleva años acumulando tensiones. Este último ataque, sucedido este martes, refleja la profundización de un enfrentamiento entre Israel e Irán, con implicaciones cada vez más amplias para la estabilidad del Medio Oriente.
A medida que el conflicto se intensifica, las acciones de ambos países, junto con sus aliados regionales, sugieren un posible acercamiento a una lucha de mayor escala.
El contexto del conflicto

La región ha sido testigo de tensiones crecientes entre Israel e Irán, principalmente debido al apoyo de Irán a grupos militantes como Hezbolá y Hamás. Este último ataque se enmarca en un patrón de agresiones mutuas que se han intensificado desde el estallido de la guerra en Gaza, con Israel lanzando ofensivas aéreas contra líderes de estos grupos respaldados por Irán.
Hezbolá, una organización político-militar con base en el Líbano y apoyada por Irán, ha sido un actor clave en este conflicto. Desde el comienzo de las hostilidades en Gaza, ha lanzado cohetes de forma constante contra Israel. En respuesta, Israel ha llevado a cabo incursiones aéreas y limitadas incursiones terrestres en el sur del Líbano, buscando desmantelar la infraestructura de Hezbolá y permitir que los desplazados israelíes regresen a sus hogares cerca de la frontera.
El mayor ataque de misiles de los últimos tiempos
El martes, Irán lanzó una oleada de 180 misiles hacia Israel como represalia por los ataques israelíes que resultaron en la muerte de importantes líderes de Hezbolá, Hamás y el ejército iraní. Este ataque, aunque interceptado en gran parte por las defensas antimisiles de Israel, dejó a dos personas heridas en territorio israelí y provocó la muerte de un palestino en Cisjordania.
A pesar de los daños limitados en Israel, la magnitud del ataque refleja la creciente capacidad de Irán para responder de manera directa y significativa a las agresiones israelíes. A través de su apoyo a grupos como Hezbolá y Hamás, Irán ha encontrado una manera de mantener a Israel bajo presión constante, mientras que sus ataques directos, aunque en su mayoría ineficaces, indican una escalada significativa en el conflicto.
Además, todo parece indicar que el Domo de Hierro, el escudo antimisiles que protege Tel Aviv y otras ciudades en el país, parece que ha comenzado a fallar. Este enorme escudo también es capaz de interceptar misiles y cuenta con un sistema de radar que detectar a dónde se dirigen los proyectiles, con el objetivo de alertar a la población sobre el futuro impacto.
La respuesta israelí y las repercusiones internacionales

Israel no tardó en prometer represalias. El ejército israelí ha indicado que seleccionará el momento oportuno para “cobrar el precio” de este ataque. Esta postura refleja una estrategia deliberada y calculada por parte de Israel, que ha librado una batalla en las sombras con Irán durante años, pero rara vez ha entrado en conflicto directo.
El asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, calificó el ataque de misiles de Irán como una “escalada significativa” y mencionó la ayuda estadounidense para interceptar algunos de los misiles. Estados Unidos, un aliado clave de Israel, ha enviado activos militares adicionales a la región, lo que subraya la importancia geopolítica del conflicto para las potencias globales.
Las consecuencias para la región
A medida que los ataques continúan, la posibilidad de un conflicto a gran escala en Medio Oriente se vuelve más plausible. El Líbano, en particular, se encuentra en una posición crítica debido a los ataques constantes entre Israel y Hezbolá. Aunque Israel ha llevado a cabo incursiones limitadas en el sur del Líbano, la advertencia de evacuación de civiles hacia el norte del país sugiere que una operación terrestre más amplia podría estar en preparación.
Hezbolá, con un arsenal de más de 150.000 cohetes y misiles, representa una amenaza significativa para Israel. Sin embargo, los recientes ataques israelíes han diezmado a gran parte del liderazgo del grupo, lo que debilita su capacidad operativa a corto plazo. A pesar de ello, Hezbolá sigue siendo una milicia bien entrenada y preparada para futuros enfrentamientos.
La situación actual en Medio Oriente plantea preguntas importantes sobre el futuro de la estabilidad en la región. Si bien Israel ha indicado que sus objetivos en Líbano son limitados, cualquier escalada significativa podría involucrar no solo a Hezbolá y Hamás, sino también a Irán de manera más directa. El riesgo de que otros actores regionales, como Siria o incluso potencias globales, se vean envueltos en el conflicto aumenta con cada día que pasa.
Por otro lado, los ataques selectivos de Israel contra líderes de Hezbolá y Hamás han demostrado su capacidad de infiltrarse en las estructuras de estos grupos, lo que podría tener efectos duraderos en la dinámica del conflicto. Sin embargo, la persistencia de estos grupos y su apoyo inquebrantable por parte de Irán significa que es poco probable que el conflicto termine pronto.
El ataque de Irán con 180 misiles hacia Israel representa un nuevo nivel de intensificación en un conflicto que ha estado latente durante años. A medida que el Medio Oriente se acerca peligrosamente a una guerra regional, las acciones de Israel, Irán, Hezbolá y Hamás continuarán configurando el futuro de la región. Las repercusiones internacionales, incluyendo la participación de potencias como Estados Unidos, subrayan la gravedad de la situación.
Te dejamos el livestream desde Tel Aviv:
Referencia:
- AP News/Iran fires at least 180 missiles into Israel as regionwide conflict grows. Link.