VIDEO: La jaula imaginaria en la que sigue una osa que estuvo 20 años encerrada

La jaula imaginaria en la que sigue una osa que estuvo 20 años encerrada

Tan solo piensa en la posibilidad de vivir tantos años en cautiverio, dentro de un espacio diminuto, que una vez liberado, sigas dando vueltas en círculo dentro de una jaula imaginaria. Ese es el caso de Ina, una osa que fue rescatada de un zoológico de Rumanía, en donde vivía encerrada. Quizás debas ver su video antes de volver a visitar uno de estos circos o zoológicos.

La historia de Ina, la osa que sigue caminando en su jaula imaginaria

La jaula imaginaria en la que sigue una osa que estuvo 20 años encerrada

Esta osa estuvo unos 20 años encerrada en una jaula sumamente pequeña en un zoológico de Piatra Neamt, en Rumanía. Este encierro provocó un trauma al animal, lo que le impide disfrutar del espacio y la libertad que le ofrece el amplio recinto donde vive actualmente.

La historia de Ina se hizo viral en 2021, cuando el video se dio a conocer gracias a las redes sociales del Santuario Libearty, un santuario de osos ubicado en la localidad rumana de Zarnesti, donde Ina fue trasladada poco tiempo después de ser rescatada.

Como se observa en las imágenes, Ina pasa todo el día caminando en círculos, como si estuviera encerrada en una jaula imaginaria con las dimensiones que tenía en el zoológico.

“Después de 20 años de cautiverio, la osa sigue atrapada en su jaula imaginaria. Siempre que vaya a visitar un zoológico con jaulas diminutas o un circo donde actúan los osos, recuerde esto”.

Así escribió el Santuario Libearty en una publicación de X, con el objetivo de dar a conocer la historia y concienciar a la población de este tipo de situaciones.

“Siempre que vaya a visitar un zoológico con jaulas diminutas o un circo donde actúan los osos, recuerden esto”.

Posible daño irreparable

La jaula imaginaria en la que sigue una osa que estuvo 20 años encerrada

Según informó un medio de comunicación rumano, durante su largo encierro, Ina compartía la jaula con su hermana Anca y únicamente tenían oportunidad de salir a dar un paseo una vez por semana. El resto del tiempo estaba encerrada.

Después de años denunciando el caso, la Asociación Millones de Amigos, junto a la ayuda de la Guardia Nacional Ambiental, consiguieron trasladar a la osa al santuario.

Los representantes de la asociaicón escribieron que esta era la imagen del trauma, que a veces nunca se cura y nunca se olvida. En su nuevo hogar, Ina tiene una parcela enorme, llena de árboles, con su propia piscina y una guarida para resguardarse, pero ella sigue dando vueltas en su jaula imaginaria.

Los especialistas del santuario explican que necesitará tiempo y mucha ayuda para aprender a vivir fuera de la jaula imaginaria que le atormenta, aunque es posible que nunca logre superar el trauma.

La explicación científica de su comportamiento

Todo parece indicar que Ina sufre un claro caso de estereotipia. Esta afección provoca repeticiones de movimientos que no tienen una finalidad en particular y que son difíciles de controlar por quien lo sufre. Comienzan como respuesta a un estímulo exterior amenazante para el animal, pero con el paso del tiempo siguen sucediendo sin que el estímulo esté presente, como una repetición obsesiva y sin sentido, como le sucede a la osa moviéndose dentro de su jaula imaginaria.

Claramente, es un comportamiento anormal y que indica que debe analizarse el entorno y la condición mental del animal. Es importante mencionar que es muy común en animales en cautiverio.

La ciencia ha intentado entender el porqué de las estereotipias en animales y dentro de las explicaciones más relevantes, resaltan que los animales traumatizados tienen conductas como:

  • Agresividad.
  • Ansiedad.
  • Angustia.

En ocasiones, la estereotipia es reversible, pero se debe conocer la causa para entender lo que necesita el animal.

En cuanto a lo que lo provoca, como se mencionó anteriormente, la causa más común es el cautiverio, pero puede haber otros orígenes:

  • Daños cerebrales.
  • Modificaciones en rutas neuroquímicas.
  • Predisposiciones genéticas conductuales.

Estos son casos menores ya que la mayoría de las estereotipias ocurren por situaciones externas, desencadenadas por ambientes nocivos para el animal.

  • Reclusión: vivir en cautiverios, como en zoológicos y granjas, sin las condiciones óptimas, en jaulas o sitios muy pequeños.
  • Soledad: aunque se relaciona con el cautiverio, muchas especies necesitan tener contacto con otros miembros de su propia especie para gozar de buena salud mental.
  • Frustración: sucede cuando el animal quiere realizar una acción, pero se ve imposibilitado de hacerlo.
  • Falta de estímulos: restringir la estimulación sensorial suele provocar alteraciones al sistema nervioso de los animales. Por ejemplo, estar dentro de habitaciones donde no hay luz. Los daños pueden ser irreversibles.
  • Miedo: animales maltratados, en su mayoría, desarrollan estereotipias debido al miedo de ser lastimados. Incluso si han mejorado su condición, el solo hecho de volver al mismo sitio donde fue maltratado, puede desencadenar nuevamente la afección.

Este es uno de los millones de casos que aún existen en el mundo, donde el encierro provoca daños irreparables en los animales. Traumas que son imposibles de curar.

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