Japón alcanzó la Luna el 19 de enero con la sonda SLIM, pero enfrentó complicaciones al aterrizar de lado. Sus paneles solares inclinados comprometieron sus funciones, limitando su capacidad. A pesar de los desafíos, la precisión del aterrizaje respalda la innovación japonesa en la exploración espacial.

Imagen de la nave SLIM, tomada por el pequeño robot LEV-2. Créditos: JAXA
Japón alcanzó un hito en la exploración espacial el pasado viernes 19, convirtiéndose en la quinta nación en lograr un aterrizaje lunar. Sin embargo, este logro se vio empañado por complicaciones inesperadas. La Sonda Japonesa SLIM (módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) realizó su aterrizaje de lado, con sus propulsores apuntando hacia arriba y los paneles solares inclinados lateralmente, comprometiendo gravemente sus funciones. Las primeras imágenes enviadas desde la Luna confirmaron las preocupaciones iniciales: SLIM no estaba ubicada según lo previsto, dependiendo ahora de la suerte para que los rayos solares incidan en sus paneles y la alimenten. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) reveló una imagen tomada por el robot LEV-2, lanzado por SLIM antes del alunizaje, mostrando el desenlace fatal para la misión. El módulo se volcó en la pendiente de un cráter, quedando inclinado hacia el oeste, impidiendo que los paneles solares generaran electricidad.
“SLIM no está diseñado para sobrevivir a una noche lunar”.
Shinichiro Sakai, Responsable del módulo.
La próxima noche lunar está programada para comenzar el 1 de febrero, lo que agrega presión a la situación ya complicada. Al quedarse sin energía, la sofisticada cámara del módulo, destinada a estudiar la composición de las rocas lunares, solo pudo generar imágenes de baja resolución durante las 2 horas y media de operatividad. A pesar de los contratiempos, la sonda envió datos de telemetría que permitieron a los ingenieros comprender la situación y estar relativamente satisfechos con el resultado.
Aunque uno de los motores principales falló durante el aterrizaje, SLIM logró aterrizar con precisión a solo 55 metros de su objetivo. La sonda, apodada “francotirador lunar”, utiliza un sistema de aterrizaje alimentado con inteligencia artificial que le permite tomar tierra a menos de 100 metros de su objetivo marcado. A pesar del incidente, la JAXA respalda este sistema de aterrizaje, destacando que, en ausencia de problemas de motor, podría haber aterrizado a tan solo 3 a 4 metros del objetivo. En el siglo XXI, solo tres naciones han logrado un aterrizaje suave en la Luna: China en tres ocasiones, la India en agosto pasado y Japón recientemente. A lo largo de estos años, varias misiones privadas de EE. UU., Japón e Israel, junto con una nave enviada por Rusia, han fracasado en su intento de posarse en el satélite. A pesar de las complicaciones, el aterrizaje de SLIM destaca la perseverancia y avances en la exploración espacial japonesa, sentando las bases para futuras misiones más precisas y exitosas.