En 2024, intensas auroras boreales sorprendieron al alcanzar latitudes inusuales, gracias a una poderosa tormenta solar. El próximo máximo solar promete más oportunidades únicas de observación en ubicaciones atípicas.

Hace tres décadas, el fotógrafo estadounidense Wesley Luginbyhl presenció por primera vez las majestuosas Auroras Boreales en su estado natal. Este año tuvo la oportunidad de fotografiarlas dos veces, pero esta vez, mucho más al sur de lo habitual, con avistamientos en lugares inusuales como Virginia, Arizona y el sur de España. La causa de este fenómeno excepcional fue una tormenta solar particularmente intensa, que expulsó partículas cargadas eléctricamente a gran velocidad desde el Sol. Este evento provocó que las auroras boreales se hicieran visibles en latitudes inusuales, ofreciendo un espectáculo de colores brillantes, como azul, rosa, rojo y verde, que dejaron a Luginbyhl asombrado. Expertos señalan que este fenómeno podría repetirse y extenderse en 2024, ya que el Sol se encuentra en el punto álgido de su ciclo solar de aproximadamente 11 años, conocido como el “Máximo Solar“. Esta noticia es especialmente emocionante después de que el último máximo solar en 2014 resultara ser el más débil en un siglo, según Mark Miesch, científico investigador del Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA en Colorado.
Don Hampton, profesor asociado de investigación del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks, explica que durante el máximo solar, la zona auroral alrededor del polo magnético de la Tierra tiende a expandirse hacia el sur con mayor frecuencia. Esto podría ofrecer a residentes del medio oeste de Estados Unidos, e incluso del bajo medio oeste, la oportunidad de presenciar auroras boreales una o dos veces durante este ciclo solar.
“No creo que sea una predicción demasiado descabellada decir que la gente del medio oeste (de Estados Unidos) y quizá incluso del bajo medio oeste (paralelo 40) tendrá una buena oportunidad de ver auroras una o dos veces durante este ciclo solar, pero no hay garantías”.
Don Hampton, Profesor asociado de investigación del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks.
Para aquellos interesados en la caza de auroras, aplicaciones como el Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA, Aurora Alerts y My Aurora Forecast & Alerts pueden ser herramientas útiles para predecir cuándo y dónde será mejor observar estos fenómenos. Sin embargo, factores como la presencia de nubes o la contaminación lumínica pueden dificultar la observación, pero la dirección en la que se mire también es crucial. En Alaska, por ejemplo, durante una tormenta solar, la recomendación es mirar hacia arriba o hacia el sur, mientras que en el medio oeste de Estados Unidos, buscar un lugar abierto y mirar hacia el norte puede brindar una mejor visión. Es importante destacar que no todas las auroras boreales son iguales, cuando se ven en los Estados Unidos contiguos, pueden aparecer como un tenue resplandor rojo en el horizonte, lejos de la espectacularidad captada en fotos y películas.
Además de ofrecer un espectáculo visual impresionante, el máximo solar también trae consigo riesgos y desafíos. Con la actividad solar en aumento, se esperan más erupciones solares, eyecciones de masa coronal y manchas solares. Estos eventos pueden afectar a la tecnología en la Tierra, desde interrupciones en el GPS hasta interferencias con satélites en órbita baja. El año 2024 promete ser un período emocionante para los amantes de la astronomía y la fotografía, con la posibilidad de presenciar auroras boreales en lugares poco comunes. Sin embargo, es esencial estar preparados para los posibles impactos de la actividad solar intensificada en nuestra tecnología terrestre.