Según un experimento realizado en la Estación Espacial Internacional (ISS), se ha logrado cultivar embriones de mamÃferos, concretamente de ratones, en microgravedad sin efectos nocivos.

Los embriones se enviaron a la ISS como células fecundadas congeladas y se dejó que se desarrollaran hasta convertirse en blastocistos, la fase previa a la implantación.
Aunque las tasas de supervivencia fueron menores en el espacio que en la Tierra, las fases de desarrollo fueron las mismas.
Esta investigación es la primera en demostrar que los embriones de mamÃferos pueden desarrollarse de forma saludable en microgravedad.
Se necesitan más estudios para comprender las implicaciones del desarrollo fetal en el espacio, pasando de la fase de blastocisto a un embarazo viable.
