
El coma es un estado profundo de inconsciencia que se manifiesta por varias circunstancias, sin embargo, hay ocasiones donde la persona está todo el tiempo consciente, como el sorprendente caso de Martin Pistorius. El hombre estuvo “encerrado” dentro de su cuerpo durante años; podía oír, ver y comprender todo lo que sucedía, pero no podía moverse o hablar.
La historia de Martin Pistorius

En la actualidad, Martin Pistorius tiene 49 años y vive una vida normal, pero hubo un tiempo en el que eso no fue así. Durante un día cualquiera, llegó a su casa desde la escuela, quejándose de un dolor de garganta.
En un principio, los especialistas pensaron que tenía una gripe, por lo que le recetaron un tratamiento habitual. Sorprendentemente, la condición de Pistorius no hizo más que empeorar y lentamente, su situación era cada vez peor. Finalmente, con tan solo 12 años de edad, fue ingresado al hospital.
Durante una entrevista a LADbible, contó que había dado positivo a una meningitis criptocócica y tuberculosis cerebral, así que comenzó a recibir tratamiento para ambas afecciones. Por ello, su cuerpo comenzó a debilitarse y poco a poco, empezó a perder la capacidad para hablar y controlr sus movimientos.
Finalmente, Martin Pistorius cayó en un estado vegetativo. La razón nunca fue concluyente, según les contaron a sus padres Joan y Rodney. Sin embargo, ellos jamás estuvieron dispuestos a renunciar y se dedicaron a cuidar a su hijo, manteniéndolo con vida en un centro de atención.
“Este período de mi vida era como un cascarón vacío, sin darse cuenta de nada a mi alrededor”.
Tuvieron que pasar alrededor de cuatro años, cuando Martin comenzó a “despertar”, cómo él mismo mencionó. Aseguró que, cuando cumplió los 16 años, escuchó suavemente una conversación de la “barba incipiente” que tenía en la barbilla y se preguntaban si deberían afeitarlo.
Se dio cuenta que podía oír, ver, entender todo lo que estaba pasando a su alrededor, pero no era capaz de poder controlar su cuerpo.
“Para mí, ese sentimiento de total y absoluta impotencia es probablemente el peor sentimiento que he experimentado jamás, y espero no tener que volver a experimentarlo nunca más. Es como si no existieras, cada cosa en tu vida lo decide alguien más.
Todo, desde lo que vistes hasta lo que comes y bebes, incluso si comes o bebes, hasta dónde estarás mañana o la próxima semana, y no hay nada que puedas hacer al respecto”.
Viviendo en su imaginación

Nadie se había percatado que el chico había recuperado la consciencia y los estaba observando todo el tiempo. Incluso recuerda que no tuvo más remedio que ver reposiciones de Barney el Dinosaurio en el centro de cuidados especiales.
“Ni siquiera puedo expresarles cuánto odiaba a Barney”, declaró entre risas durante una entrevista con NPR.
Además de Martin Pistorius, su madre Joan, es a quien más le costó aceptar la condición de su hijo. En sus memorias, recordó como un día, estando en su silla de ruedas, su madre le dijo “espero que te mueras”. Este comentario lo afectó mucho, sumiéndolo en una depresión que duró varios meses.
Para mantener la cordura, recurrió mucho a su imaginación. Imaginaba todo tipo de cosas, desde que era muy pequeño hasta subirse a una nave espacial y volar por el espacio. También imaginaba que su silla de ruedas se transformaba en un vehículo volador.
“A veces observaba cómo se movían las cosas, ya fuera cómo se movía la luz del sol a lo largo del día. U observaba insectos de algún tipo correteando, pero, en realidad, vivía en mi mente hasta el punto de que a veces no me daba cuenta del mundo que me rodeaba”.
Recuperando su vida

En el 2001, cuando Martin Pistorius ya contaba con 25 años, Virna van der Walt, un cuidadora de relevo en el centro de cuidado donde estaba, animó a sus padres a que lo llevaran al Centro de Comunicaciones Aumentativa y Alternativa del a Universidad de Pretoria.
Fue ahí donde uno los investigadores alzó una hoja de papel con símbolos y le pidió que localizara el círculo con los ojos. Después de encontrar la figura geométrica, le dijo que encontrase el perro. Esta fue la primera vez en casi 13 años después de enfermarse, que Martin Pistorius pudo demostrar que podía comunicarse.
Sus padres invirtieron en una computadora que traía un software de comunicación, parecido a la tecnología que usaba el fallecido físico teórico Stephen Hawking. Pistorious comenzó a seleccionar letras, palabras y símbolos con el dispositivo usando una banda atada a su cabeza, que actuaba como como un ratón.
En 2003, comenzó a trabajar con van der Walt en el centro de atención y después, conoció a quien se convertiría en su esposa, quien laboraba como trabajadora social. Se unieron en matrimonio en 2009, en Essex.
En 2018, le dieron la bienvenida a su primer hijo, Sebastian Albert Pistorius y, un chico sano y fuerte, como podemos observar en las fotos familiares que Martin comparte en su cuenta de Instagram.
La vida de Martin Pistorius, o “Ghost Boy” como es conocido, es digna de una película, actualmente trabaja como informático y desarrollador web, viviendo con total normalidad junto a su familia. Aun no se sabe realmente cómo fue que cayó en coma, mucho menos que provocó su recuperación, lo cierto es que ahora puede comunicarse y no está atrapado dentro de su propio cuerpo.
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