Los virus peligrosos pueden permanecer infecciosos hasta por tres dĂas en agua dulce haciendo autostop en plástico, segĂşn descubrieron los investigadores.

Se descubriĂł que los virus entĂ©ricos que causan diarrea y malestar estomacal, como el rotavirus, sobreviven en el agua adhiriĂ©ndose a microplásticos, partĂculas diminutas de menos de 5 mm de largo. Siguen siendo infecciosos, segĂşn descubrieron los investigadores, lo que representa un riesgo potencial para la salud.
El profesor Richard Quilliam, investigador principal del proyecto en la Universidad de Stirling, dijo:
“Descubrimos que los virus pueden adherirse a los microplásticos y eso les permite sobrevivir en el agua durante tres dĂas, posiblemente más”.
Si bien la investigaciĂłn anterior se habĂa llevado a cabo en entornos estĂ©riles, esta es la primera investigaciĂłn sobre cĂłmo se comportan los virus en el medio ambiente, dijo Quilliam. Sin embargo, utilizĂł mĂ©todos de laboratorio estándar para determinar si los virus que se encuentran en los microplásticos en el agua eran infecciosos.
“No estábamos seguros de quĂ© tan bien podrĂan sobrevivir los virus ‘haciendo autostop’ en plástico en el medio ambiente, pero sobreviven y siguen siendo infecciosos”
Los hallazgos, parte de un proyecto de 1,85 millones de libras esterlinas financiado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural que analiza cómo los plásticos transportan bacterias y virus, concluyeron que los microplásticos permitieron la transferencia de patógenos en el medio ambiente.
El profesor Richard Quilliam dijo:
“Estar infeccioso en el medio ambiente durante tres dĂas es suficiente para llegar desde las obras de tratamiento de aguas residuales hasta la playa pĂşblica”.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales no pudieron capturar microplásticos, dijo:
“Incluso si una planta de tratamiento de aguas residuales está haciendo todo lo posible para limpiar los desechos de aguas residuales, el agua descargada todavĂa tiene microplásticos, que luego se transportan rĂo abajo, hacia el estuario y terminan en la playa”.
Estas partĂculas de plástico son tan pequeñas que los nadadores podrĂan tragarlas. “A veces, se lavan en la playa como gránulos de colores brillantes y del tamaño de una lenteja, llamados nurdles, que los niños pueden recoger y llevarse a la boca. No se necesitan muchas partĂculas de virus para enfermarte”.
Si bien el impacto de los microplásticos en la salud humana sigue siendo incierto, “si esos fragmentos de microplásticos son colonizados por patĂłgenos humanos, entonces eso podrĂa ser un riesgo significativo para la salud”
Los investigadores probaron dos tipos de virus: los que tienen una envoltura a su alrededor, “una especie de capa lipĂdica”, como el virus de la gripe, y los que no la tienen, virus entĂ©ricos como el rotavirus y el norovirus. Descubrieron que en aquellos con un recubrimiento, el sobre se disolviĂł rápidamente y el virus muriĂł, mientras que aquellos sin un sobre se unieron con Ă©xito a los microplásticos y sobrevivieron.
El profesor Richard Quilliam dijo:
“Los virus también pueden adherirse a las superficies naturales del medio ambiente. Pero la contaminación plástica dura mucho más que esos materiales”.
Los investigadores probaron los virus durante tres dĂas, pero su objetivo es estudiar cuánto tiempo podrĂan permanecer infecciosos en futuras investigaciones.
Otro estudio realizado por el equipo de Quilliam el mes pasado descubriĂł que los niveles de bacterias fecales en toallitas hĂşmedas y bastoncillos de algodĂłn arrastrados a las playas representaban un riesgo para la salud. Primero encontraron bacterias de aguas residuales “haciendo autostop” en gránulos de plástico en las playas escocesas en 2019.
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