Los astrónomos han detectado por primera vez una señal, una ráfaga rápida de radio (FRB, por sus siglas en inglés) fuera de una galaxia muerta, lo que supone un giro inesperado en el estudio de estos fenómenos cósmicos. Hasta ahora, los modelos predominantes sugerían que las FRB se originaban en regiones activas de formación estelar. Sin embargo, esta nueva observación obliga a replantear las teorías sobre sus orígenes.
Utilizando los Outriggers CHIME/FRB, un equipo de científicos identificó la FRB 20240209A en un cúmulo globular de estrellas antiguas, un entorno que, en principio, no parecía propicio para la aparición de estos estallidos de energía. Este hallazgo abre nuevas incógnitas sobre los mecanismos que generan las FRB y plantea la posibilidad de que existan procesos aún desconocidos que las desencadenen.
Las enigmática señal de radio
Las FRB son breves pero intensos pulsos de energía en el espectro de radio, que pueden durar apenas unos milisegundos y provienen de galaxias a millones de años luz de distancia. Aunque muchas de ellas parecen ser eventos únicos, algunas se repiten de forma esporádica, lo que ha permitido a los astrónomos rastrear su origen con mayor precisión.
El descubrimiento de la FRB 20240209A es especialmente intrigante porque se encuentra más alejada de su galaxia anfitriona que cualquier otra FRB previamente identificada. Esta localización inesperada ha sorprendido a los investigadores, ya que contradice la idea de que estos fenómenos ocurren exclusivamente en zonas con alta actividad estelar.
Según Vishwangi Shah, estudiante de doctorado en el Instituto Espacial Trottier y autor principal del estudio publicado en Astrophysical Journal Letters, la posición de esta señal misteriosa plantea nuevas interrogantes sobre cómo pueden generarse eventos tan energéticos en entornos donde ya no se forman nuevas estrellas.
Un golpe a las teorías existentes
Los modelos actuales asocian este tipo de señales con estrellas jóvenes, magnetares y otros objetos cósmicos presentes en galaxias activas. Sin embargo, la detección de una FRB en un cúmulo globular desafía estas suposiciones.
“Este resultado nos obliga a reconsiderar nuestras teorías. La fuente de la FRB podría estar en un cúmulo globular, una densa agrupación de estrellas viejas fuera de la galaxia. Si se confirma, sería la segunda FRB detectada en un entorno similar”.
Hasta ahora, la única otra FRB vinculada a un cúmulo globular provenía de una galaxia aún activa. Esto sugiere que el mecanismo detrás de dichas señales es más diverso de lo que se pensaba y que estas ráfagas podrían originarse en condiciones mucho más variadas.
Los científicos creen que este hallazgo podría ser clave para desentrañar el misterio de las FRB. Según Shah, cualquier modelo que intente explicar su origen deberá considerar su presencia en entornos tan extremos como los cúmulos globulares.
Un futuro para la investigación de las FRB
Este descubrimiento marca un hito en el estudio de las señales en el espacio, ya que es la primera vez que se logra ubicar una utilizando un Outrigger CHIME/FRB, específicamente el situado en Princeton, Columbia Británica. Con el avance de la tecnología y la instalación de más Outriggers, se espera que en el futuro se puedan localizar muchas más FRB, lo que proporcionará nuevos datos sobre su naturaleza y origen.
Tarraneh Eftekhari, coautor del estudio y miembro de la NASA en el Centro de Exploración e Investigación Interdisciplinaria en Astrofísica (CIERA) de Northwestern, destacó la importancia de este hallazgo: “Este descubrimiento desafía nuestra comprensión previa de las FRB y resalta el papel fundamental que su entorno juega en su formación”.
Con cada nueva observación, los astrónomos están un paso más cerca de resolver el enigma de las FRB. Este avance demuestra que el universo aún guarda muchos secretos por descubrir y que las respuestas podrían encontrarse en los lugares más inesperados.
Referencia:
- The Astrophysical Journal Letters/A Repeating Fast Radio Burst Source in the Outskirts of a Quiescent Galaxy. Link.
