Cuando visitamos un lugar nuevo, es probable que las personas nos indiquen que tengamos cuidado con ciertos lugares ya que podría haber ladrones, pero estamos seguros de que nunca te han dicho que te cuidaras de monos ladrones. Esto es lo que sucede en Bali, donde un estudio reveló que los macacos prefieren hurtar dispositivos electrónicos y billeteras de los turistas para luego exigir recompensas.
Monos ladrones de Bali
Hace unos años se viralizó un video donde se veía un mono pidiendo “rescate” a una mujer por su teléfono celular. Después de que el animal se siente satisfecho con la cantidad de fruta que recibe, suelta el teléfono y se va.
Esa no es una actitud “extraña”, al menos no en Bali. En el templo de Uliwatu, los monos ladrones realmente se lo toman en serio. Los macacos de cola larga que habitan el sitio sagrado son famosos por robar descaradamente a los turistas y devolverlos solo cuando les dan comidas. Sí, piden rescate para devolver sus pertenencias.
Esta actitud ha sido estudiada por los expertos, quienes descubrieron que también son hábiles para juzgar qué elementos valoran más sus víctimas y usar esta información para obtener más ganancias.
Los macacos son tan astutos que prefieren apuntar a objetos que los humanos suelen intercambiar por comida, como productos electrónicos, en lugar de objetos menos importantes para los turistas. Así lo dio a conocer el doctor Jean-Baptiste Leca, profesor asociado de psicología del Departamento de la Universidad Lethbridge en Canadá y autor principal del estudio.
El objetivo principal de los monos ladrones son los celulares, carteras y las gafas graduadas. Se han convertido en expertos arrebatándoles objetos de valor a los turistas distraídos que no escucharon las advertencias del personal del templo de guardar todos los objetos de valor dentro de bolsos bien sellados y firmemente sujetos.
Leca y su equipo estuvieron más de 273 días filmando las interacciones entre los animales y los visitantes del templo, los investigadores descubrieron que los macacos exigirían mejores recompensas, como más comida, mientras más valiosos sean los artículos que roben.
Un peligro que está creciendo
Las negociaciones entre los monos ladrones, los turistas y los miembros del personal del templo, solían durar varios minutos. La espera más larga antes de que se devolviera un artículo fue de 25 minutos, incluyendo 17 minutos de negociación. Para los artículos de menor valor, los monos terminaban rápidamente las negociaciones aceptando cualquier recompensa.
A diferencia de muchos estudios anteriores que examinaron comportamientos similares, los macacos de Uluwafu son animales en libertad, no de un laboratorio. Esto quiere decir que los monos aprenden estos comportamientos durante su juventud, hasta los cuatro años de edad, así concluyó el estudio financiado por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Naturales de Canadá y el Instituto de Investigación del Juego de Alberta y publicada en Transacciones Filosóficas de la Royal Society.
El robo y el trueque son una muestra de la inteligencia cultural de los monos ladrones, afirmó Leca. Un comportamiento que han aprendido durante generaciones de monos durante al menos 30 años.
Si bien el personal del templo en Uluwatu se encarga de facilitar las interacciones entre turistas y monos ladrones, el manejo de los animales es muy complicado en otras partes. Los monos merodeadores son famosos por provocar problemas como comerse las cosechas, asaltar casas e incluso, acosar trabajadores de la salud y durante la pandemia, se reportaron robos de muestras de sangre de las pruebas del COVID-19.
Incluso se han reportado comportamientos más agresivos en otras partes del mundo. En Tailandia, por ejemplo, se comenzó un proceso de esterilización en Lopburi, ciudad famosa por sus macacos. Aunque nos parezca increíble la inteligencia que puedan mostrar estos animales, lo peligros que representan son bastante serios.