El valle Ötztal en los Alpes, atrae a muchos excursionistas año a año, por ello no era extraño que los alemanes, Erika y Helmut Simon estuvieran realizando una caminata el 19 de septiembre de 1991. Sin embargo, esa excursión no sería como cualquier otra; tropezaron con lo que, en principio, creían que era el cuerpo de algún alpinista fallecido, sin embargo, resultó ser una momia notablemente conservada que más tarde sería llamada Ötzi, que había estada enterrada en hielo durante más de 5.000 años.

El hallazgo de Ötzi

Originarios de Nuremberg, la pareja se encontraba practicando alpinismo, su afición favorita, en la depresión de los Alpes de Ötztal, entre las montañas Fineilspitze y Similaun, que conecta el valle de Schnals con el de Oetz, denominado Tisenjoch.

En el transcurso de viaje, hicieron un macabro hallazgo: un cadáver a medio enterrar en el hielo. Inmediatamente llamaron a las autoridades locales que se aproximaron a la escena. Esto no era algo extraño, cada año se encontraban restos de alpinistas o soldados de alguna de las dos guerras mundiales. Especialmente de la primera.

En principio, las autoridades trataron el caso como si fuese el caso de un alpinista, pero rápidamente notaron que se trataba de un caso de asesinato, que rápidamente se convirtió en un caso súper conocido, que salió en las portadas de los diarios de todo el mundo. Y es que el cadáver pertenecía a un individuo, que murió a consecuencias de las heridas recibidas… hace más de 5.300 años.

La momia fue bautizada como Ötzi, por el lugar en el que se encontró. Falleció en torno al 3255 a. C., y es la momia mejor conservada que existe de un individuo que vivió entre el Neolítico tardío y Calcolítico. Cuando, al día siguiente, llegó la policía y los operarios, se procedió a la extracción de forma muy poco delicada. Usaron un martillo hidráulico para romper el hielo, que acabaría perforando la cadera izquierda del cuerpo y desgarrando sus ropas.

Pésimo manejo de la situación

La noticia corrió y, como este tipo de noticias suele sacar lo peor de ciertas personas, el lugar se llenó de curiosos que no querían perder el espectáculo, así que se ofrecían como “voluntarios”. Ninguno de ellos puso el cuidado necesario al manejar los objetos y la mochila de la momia, que terminó rota. También desaparecieron algunas de las cosas que portaba y que estaban desperdigdos a su alrededor. El manejo fue tan negligente, que el arco que llevaba Ötzi, lo partieron para poder meterlo en una bolsa.

En el Instituto de Medicina Forense de Innsbruck, a donde llevaron a la momia, les esperaba un muy nervioso Konrad Spindler, director del Instituto de Prehistoria, que había sido avisado por otro alpinista sobre la sospechosa manipulación de todo lo relacionado con Ötzi.

Cuando se realizó el examen de los objetos mientras se tramitaban los permisos para examinar el cadáver, lo primero que llamó la atención fue su hacha. Esta era tosca, en forma de cuña y con un diseño y técnica de fundición de más de 4.000 años. Los análisis posteriores confirmaron su datación y al hacerse pública la información, causó furor en el mundo.

Un homicidio premeditado en la prehistoria

El análisis forense del cadáver cadáver abrió otras interrogantes. Se confirmó que el hombre tenía alrededor de 46 años y medía 1,59 metros de altura, con un peso aproximado de 50 kilogramos. Su dentadura estaba muy desgastada, pero sin caries. Su estómago tenía los restos de una gran comida en la que destacaba la carne de íbice y que apenas había comenzado a digerir cuando murió Su cuerpo tenía sesenta tatuajes, se cree que con función curativa.

El costado derecho tenía un hematoma y tenía cuatro costillas rotas, que no habían iniciado el proceso de curación. Tomografías posteriores que se hicieron a la momia mostraron una punta de flecha alojada en el omóplato izquierdo, que pudo seccionar alguna arteria. En la parte posterior del encéfalo se encontró un gran edema, lo que reveló un traumatismo.

Si quieres ver las imágenes de Ötzi sin censura, puedes hacerlo en los siguientes enlaces: Imagen 1, Imagen 2.

No cabe duda de que Ötzi fue sorprendido, alcanzado por una flecha, golpeado y su cuerpo fue dejado abandonado. Pero sus asesinos no despojaron de nada a Ötzi, en especial del hacha de cobre, un objeto muy raro y valioso. El misterio de la momia de los Alpes sigue siendo uno de los enigmas más importantes de la arqueología.Ötzi