Según un estudio publicado en Current Biology se descubrió que el espécimen más antiguo tenía 84 años. También se informó que los celacantos viven de forma extremadamente lenta en otros aspectos, alcanzando la madurez en torno a los 55 años y gestando a sus crías durante cinco años.
Dice Kélig Mahé, de la Unidad de Investigación Pesquera del Canal y el Mar del Norte del IFREMER, en Boulogne-sur-mer (Francia), que el celacanto resulta ser uno de los más lentos peces marinos de tamaño similar, así como otros rasgos de su historia vital, lo que demuestra que la historia del celacanto es en realidad una de las más lentas de todos los peces.
En el nuevo estudio, Mahé, junto con los autores Bruno Ernande y Marc Herbin pudieron examinar 27 ejemplares en total. También utilizaron nuevos métodos, como la microscopía de luz polarizada y la tecnología de interpretación de escamas, esto permitió detectar circulaciones mucho más pequeñas y casi imperceptibles en las escamas.
Sus hallazgos sugieren que los celacantos son en realidad unas cinco veces más viejos de lo que se pensaba.
El estudio de dos embriones mostró que ambos tenían cinco años de edad. Ahora se cree que las crías del celacanto crecen y se desarrollan durante cinco años dentro de sus madres antes de nacer.
El celacanto africano está clasificado como en peligro crítico en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. En futuros estudios se analizarán las escamas para averiguar si el crecimiento está relacionado a la temperatura y conocer los efectos del calentamiento global en esta especie vulnerable.