Cada hogar tiene un olor único. Existen olores temporales como el del pan recién horneado, un ramo de flores frescas… o incluso los pedos de alguien. Pero también está esa forma particular en la que tu casa simplemente huele. Sin embargo, casi nunca te das cuenta de cómo huele tu propio hogar. En cambio, notas el olor de la casa de los demás tan pronto como entras. Puede ser el olor de sus gatos, su jabón para la ropa, la alfombra nueva que acaban de poner, los aromatizantes o la presencia de una mascota. Y todo eso se combina para formar el olor característico de su hogar.
Sin embargo, solo puedes percibir el olor de tu propia casa después de haber estado fuera por un buen tiempo — no solo un día de trabajo, sino más como una semana. Este fenómeno puede explicarse desde diversas perspectivas científicas.
Adaptación Sensorial
La falta de percepción de los olores en el propio hogar puede explicarse por un fenómeno llamado “adaptación sensorial”. Esto significa que simplemente te acostumbras. Esta adaptación es más pronunciada para nuestro sentido del olfato que para cualquier otro sentido, como el oído, por ejemplo. La adaptación sensorial implica que respondes menos cuando un estímulo se repite. Así que, cuando estás en casa, el olor de tu casa está a tu alrededor constantemente. Nunca desaparece. No solo se repite, estás sumergido en él. Por eso te adaptas a su olor.

El olfato se adapta a los olores muy rápidamente. Después de “solo unas pocas respiraciones”, comienzas a aclimatarte a él. Empiezas a experimentar ese olor como menos intenso y eventualmente no lo notas en absoluto. Por eso puedes oler la casa de tu amigo cuando entras, pero realmente no lo notas durante todo el tiempo que estás allí.
Poder detectar olores es importante. Podría señalar peligro, como un tigre que se acerca o un veneno en tu copa. O podría señalar algo agradable, como ese pan fresco o ese ramo de flores. Una vez que has decidido no beber el vino envenenado o has comido el delicioso pan, ya no necesitas que esa señal se comunique urgentemente con tu cerebro. En su lugar, tu nariz puede estar atenta a nuevos olores que sean peligrosos o deliciosos.
Los receptores olfativos en nuestro cerebro tienden a disminuir su respuesta a un olor constante con el tiempo, lo que permite a las personas adaptarse a los olores habituales y, por lo tanto, no percibirlos tan intensamente.
Perspectiva Antropológica y Social
La percepción de los olores está fuertemente influenciada por factores sociales y culturales. Los olores en un entorno particular pueden evocar memorias y emociones específicas, lo que ayuda a las personas a conectar emocionalmente con ese espacio. Este concepto es conocido como “escenografía olfativa” y se refiere a cómo los olores pueden influir en nuestra experiencia y comportamiento en diferentes espacios.
Llos olores pueden afectar el bienestar y la calidad de vida de los residentes. Por ejemplo, olores agradables en entornos como museos o distritos de alimentos pueden mejorar la experiencia y el estado de ánimo de las personas, mientras que olores desagradables, como los provenientes de desechos o tráfico, pueden tener efectos negativos.
¿Por qué las casas de otras personas tienen un olor distinto? ¿Y la tuya también?
Tu microbioma personal tiene un gran impacto en esto. Las bacterias en una casa en particular contribuyen significativamente al olor. Los microbiomas de interiores son comunidades complejas de microorganismos que incluyen bacterias, virus, hongos y otros organismos unicelulares, y todos ellos contribuyen al olor de un espacio interior. Cada persona y mascota lleva consigo un conjunto único de estos microorganismos, que se distribuyen en el hogar, creando un olor característico.
Las bacterias producen olores únicos. Cada individuo lleva consigo un microbioma diverso y recoge rastros de otros microbiomas a lo largo del día, dejando también los suyos propios. Nuestras casas están llenas de estas bacterias, la mayoría beneficiosas, a las que nos acostumbramos.
Por eso, cuando nos mudamos, el nuevo hogar tarda en adquirir el olor de “hogar”. Esto se debe a que, sin darnos cuenta, cambiamos el olor del lugar para que coincida con nuestro propio microbioma solo con nuestra presencia.
Existen olores persistentes en las casas que pueden permanecer incluso después de mudarse, especialmente en áreas difíciles de limpiar como las alfombras.
Cómo Refrescar tu Casa
Existe toda una industria dedicada a hacer que tu casa huela mejor. Pero antes de recorrer ese camino perfumado, asegúrate de que el problema del mal olor no sea realmente grave. Las casas antiguas, en particular, pueden tener problemas como:
- Moho y humedad
- Orina de mascotas vieja impregnada en los pisos
- Algo que murió en las paredes o en el espacio de arrastre
- Conductos de aire sucios
Podría ser un problema simple de limpieza, como un lavavajillas que necesita ser limpiado o toallas mohosas en el baño. Luego, si aún deseas cambiar la forma en que huele tu casa, hay un millón de velas, varillas de incienso y difusores de aceites que podrían hacer el trabajo.
Fuentes:
https://www.frontiersin.org/research-topics/14619/smells-well-being-and-the-built-environment
https://www.epa.gov/indoor-air-quality-iaq/indoor-microbiome