Una de las primeras lecciones sobre la evolución que se aprenden en la escuela es que el cuerpo humano tiene partes “vestigiales”, como el apéndice, los dientes del juicio y el coxis, que perdieron su utilidad a medida que nos adaptamos a estilos de vida más avanzados que los de nuestros ancestros primitivos.

Sin embargo, estudios recientes sugieren que el apéndice humano tiene una función biológica significativa. Investigadores de la Universidad de Midwestern analizaron la aparición y desaparición del apéndice en diferentes linajes de mamíferos a lo largo de 11 millones de años, observando su evolución y eventual pérdida debido a presiones evolutivas. Descubrieron que el apéndice ha evolucionado en múltiples ocasiones y rara vez se ha perdido una vez que aparece.
Estos hallazgos indican que el apéndice puede tener un valor adaptativo, refutando la idea de que es una estructura sin importancia. Si el apéndice ha reaparecido varias veces en la evolución de mamíferos, incluidos los humanos, es probable que tenga una función relevante.
Tradicionalmente, se consideraba que el apéndice humano era un remanente de un órgano más grande en nuestros antepasados lejanos. La hipótesis más aceptada es que sirve como refugio para las bacterias beneficiosas del intestino, ayudando a la recuperación después de enfermedades intestinales.
Un estudio de 2012 apoyó esta idea, mostrando que las personas sin apéndice tenían más recurrencias de colitis por Clostridium difficile que aquellas con el órgano intacto.
El equipo de Midwestern utilizó un enfoque distinto, revisando datos de 533 especies de mamíferos a lo largo de 11.244 millones de años. Observaron que el apéndice rara vez desaparece una vez que aparece en un linaje, lo que sugiere un propósito adaptativo. Al correlacionar la presencia del apéndice con factores como el tejido linfoide en el ciego, sugieren que el órgano podría tener un rol en el sistema inmune, promoviendo el crecimiento de bacterias beneficiosas para la salud intestinal.
Aunque el estudio no es definitivo, proporciona una nueva perspectiva sobre la importancia del apéndice en el sistema inmunológico. Esta investigación ofrece una comprensión más profunda de la evolución del apéndice y su potencial papel en la salud humana.