En una historia que parece sacada de una comedia, un águila calva fue rescatada recientemente cerca del Parque Nacional Wilson’s Creek en Missouri. Lo que parecía ser un caso de un ave herida pronto se convirtió en una curiosidad insólita: el águila no estaba herida; simplemente había comido demasiado y estaba “demasiado gorda para volar”. Este inusual incidente ha generado risas y lecciones sobre la vida silvestre, subrayando una vez más que incluso los símbolos nacionales pueden tener días difíciles.
El águila fue rescatada por el Departamento de Conservación de Missouri después de que varios transeúntes la vieran arrastrándose por el suelo. Preocupados por el estado del ave, los rescatistas la trasladaron a un veterinario para un examen completo. Para sorpresa de todos, las radiografías no revelaron ninguna lesión, sino una ingesta excesiva de mapaches, cuyo banquete fue tan copioso que el estómago del águila aún mostraba una pata de mapache.
El águila calva que comió demasiado
Las águilas calvas son conocidas por ser oportunistas en su dieta. Aunque su alimentación principal es el pescado, que puede representar hasta el 90% de su dieta, estas aves también se alimentan de otras aves, pequeños mamíferos e incluso carroña. En esta ocasión, el águila había encontrado lo que seguramente consideró un banquete: los restos de un mapache atropellado en la carretera.
El caso de este águila puede parecer cómico, pero es un buen recordatorio de que incluso los depredadores más majestuosos pueden sucumbir a los excesos. Comer en exceso puede ser tan perjudicial para un águila como lo es para un humano después de una gran cena de Navidad.
Después de un breve período de descanso y digestión, el águila calva fue liberada cerca del lugar donde fue rescatada. Esta liberación fue posible gracias a los esfuerzos combinados del Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Conservación de Missouri y el Zoológico del Parque Dickerson.
Recordando un caso similar
El caso de la “águila calva glotona” no es único. En 2019, un búho en Suffolk, Reino Unido, apodado Plump, fue encontrado en una situación similar: demasiado gordo para volar. Los rescatistas descubrieron que Plump había engordado debido a una dieta excesiva, y después de una rigurosa dieta supervisada, el búho recuperó un peso saludable y fue liberado nuevamente en la naturaleza.
Este tipo de incidentes, aunque raros, nos recuerdan que la vida silvestre también enfrenta sus propios desafíos y que, en ocasiones, la intervención humana puede ayudar a su recuperación.No todas las aves tienen la mala suerte de una digestión lenta como las águilas calvas; por ejemplo, las palomas tienen una adaptación llamada buche que les permite almacenar y digerir la comida con el tiempo. Sin embargo, incluso las palomas pueden tener sus días difíciles si no manejan bien su dieta, como cuando consumen frutas fermentadas y terminan ebrias.
Al final del día, tanto Plump como el águila calva de Missouri nos enseñan que, sin importar cuán altos puedan volar, todos estamos sujetos a las reglas de la naturaleza. Comer con moderación puede ser un consejo no solo para humanos, sino también para nuestros amigos emplumados.
Referencia:
- The Guardian/‘Injured’ Missouri bald eagle actually ‘too fat to fly’ after gorging on raccoon. Link.
