Las imágenes que Gareth Weeks, un padre de 37 años de Dunfermline, Fife, compartió, son testimonio viviente de la transformación que un trasplante de hígado puede lograr. Diagnosticado con colangitis esclerosante primaria (PSC), una enfermedad crónica del hígado, Gareth luchó durante años hasta que, tras siete meses en espera de un donante, finalmente recibió el órgano que le salvó la vida.
A través de fotos antes y después de su trasplante, Gareth muestra no solo la gravedad de su condición, sino también el impresionante cambio que experimentó gracias al trasplante. Su historia no solo es una celebración de la medicina moderna, sino también un llamado a la importancia de la donación de órganos.
El camino hacia el diagnóstico

En 2016, Gareth comenzó a notar síntomas inusuales. A pesar de sentirse agotado todo el tiempo, lo atribuyó a ser un padre primerizo. “Aunque durmiera bien, siempre estaba cansado”, explicó. Sin embargo, los síntomas fueron empeorando, y Gareth comenzó a experimentar ictericia (piel amarilla), calambres estomacales y dolores en la parte baja de la espalda. Los médicos inicialmente le dijeron que su función hepática estaba “ligeramente alterada”, y una ecografía reveló pequeñas piedras en su vesícula biliar, las cuales requerían ser removidas.
Lo que Gareth no esperaba era el diagnóstico que seguiría. Pruebas adicionales revelaron que sufría de colangitis esclerosante primaria (PSC), una enfermedad crónica que afecta los conductos biliares, causando inflamación, cicatrices y, eventualmente, bloqueos.
A medida que la bilis se acumulaba en su hígado, el daño hepático se hacía más evidente. Gareth recordó el impacto del diagnóstico:
“El cirujano me dijo que no buscara información en internet sobre la enfermedad, pero, por supuesto, lo hice. Descubrí que la PSC te pone en alto riesgo de contraer cáncer, con una expectativa de vida de 10 a 12 años, y que solo un trasplante de hígado podía curarlo”.
La espera del donante

A pesar de la gravedad de la situación, Gareth intentó mantener una actitud positiva. Los médicos estaban seguros de que no tenía cáncer de hígado, pero él luchaba por ver el lado positivo.
“En ese momento no podía pensar en nada positivo. Tenía 32 años, una esposa, un bebé y un trabajo que disfrutaba. Estaba tratando de asimilar tener una enfermedad crónica”.
A lo largo de los años, su salud fluctuó. En un momento, su conducto biliar se cerró por completo, y tuvo que someterse a varios procedimientos para colocar un stent. Además, perdió 15 libras y contrajo sepsis.
Aunque Gareth trató de no dejar que su enfermedad afectara su mentalidad, admite que el proceso fue aún más difícil para su esposa y su hija, Zara, quienes fueron su principal fuente de motivación.
A medida que su condición empeoraba en 2021, finalmente fue remitido para una evaluación de trasplante de hígado en abril de ese año. En septiembre, fue puesto en la lista de espera para un trasplante, con una bolsa de hospital preparada en la puerta de su casa. La llamada que cambió su vida llegó el 16 de mayo a las 5:59 a.m., informándole que había un órgano disponible.
El antes y el después del trasplante

El antes y después de Gareth es impactante. Apenas cinco días antes del trasplante, su piel estaba visiblemente amarilla debido a la ictericia, ya que su hígado no podía filtrar adecuadamente su sangre. Sin embargo, solo seis semanas después de la operación, en una foto tomada en el mismo lugar y acompañado por su hija, Gareth aparece con una piel mucho más saludable y una sonrisa llena de esperanza. Aunque continuó tomando medicamentos diarios y su recuperación no ha terminado, su progreso ha sido notable.
Por primera vez en casi seis años, los análisis de sangre de Gareth mostraron mejoras consistentes y todas sus pruebas de función hepática están dentro del rango normal. Aunque todavía no conoce la identidad de su donante, expresa una profunda gratitud hacia esa persona y su familia.
“Gracias a la generosidad de mi donante, estoy emocionado por mi futuro nuevamente. Quiero volver a Sudáfrica de vacaciones, finalmente usar la bicicleta que compré hace unos años y retomar el golf”.
Sin embargo, su mayor deseo es recuperar la normalidad en su vida familiar y tener la energía para disfrutar de más actividades con su esposa e hija.
“Mi donante es un verdadero héroe”, afirmó. Esta experiencia lo ha inspirado a compartir su historia para educar a otros sobre la importancia de la donación de órganos y el impacto transformador que puede tener en la vida de las personas.
Además de su gratitud hacia su donante, Gareth también agradece al equipo médico que lo ayudó en cada paso del proceso. “Si no fuera por el equipo de expertos médicos y todas las personas involucradas, no estaría aquí hoy”, reconoce.
La historia de Gareth Weeks es una poderosa celebración de la vida, la resiliencia y la generosidad de los donantes de órganos. Su transformación, capturada en fotos tomadas con solo seis semanas de diferencia, es un testimonio visual del impacto que un trasplante de hígado puede tener. Aunque todavía enfrenta desafíos en su camino hacia la recuperación total, Gareth está lleno de esperanza y gratitud por la segunda oportunidad de vida que ha recibido. Su historia también es un recordatorio para todos sobre la importancia de la donación de órganos y el poder que tiene para cambiar vidas.
Referencia:
- PSC Support/Gareth Weeks. Liver Transplant for PSC. Link.