En esas noches de soledad con nuestras mascotas, cuando solo nos acurrucamos con ella en el sofá, solemos pensar muchas cosas sobre ellas, pero siempre nace una pregunta bastante inquietante, incluso morbosa: ¿Qué haría nuestra mascota si fallecemos y nadie recoge a tiempo nuestro cadáver, que haría nuestro perro? Bueno, lo más probable es que te comería. Así que, antes de acurrucarte con tu cucho esta noche mientras duerme, piensa en ello.

¿Nuestro perro nos comería?

Si bien es cierto que la domesticación ha visto a los humanos convertir a caninos tan salvajes, como lobos, en seres tan amigables como un poodle, la evidencia científica demuestra que, debido a sus rasgos ancestrales que han perdurado en su ADN hasta nuestros días, serían capaces de comer cualquier carne que esté a su disposición. Aunque, curiosamente, el lugar donde comienza la comida difiere entre los animales domésticos y los salvajes.

El instinto de supervivencia ciertamente juega un papel muy importante en casos históricos, incluyendo un estudio sobre un caso de 2007, que detalla un incidente que involucró a un perro hurgando en restos humanos en un ambiente interior. El caso involucró a dos perros domésticos que habían consumido casi por completo el cuerpo de su dueño después de estar encerrados en un edificio junto al cuerpo durante un mes.

Asimismo, se encontró una mezcla de chow y labrador dentro de la casa de una persona desaparecida, junto con huesos humanos. El análisis de la escena no reveló signo de descomposición en el lugar, ni sangre ni cáscaras de pupas que se asocian a los cadáveres en descomposición. Los huesos están limpios de tejido blando, aparte de algún ligamento aun adherido a los huesos largos del fémur, y se observó marcas de mordiscos.

Pero esto no es algo nuevo, como detallan los autores del artículo, la mayor parte de investigaciones sobre el tema se limitan a animales salvajes en hábitats naturales. Los culpables también suelen ser coyotes o lobos que fueron domesticados. Los autores del estudio explicaron:

“Si bien se ha observado un comportamiento de recolección de basura en coyotes, lobos, hienas y otros caninos en ambientes naturales al aire libre, hay poca información disponible sobre la recolección de restos humanos por parte de los caninos en un ambiente interior. Si bien los casos de perros que hurgan en la basura de sus dueños son escasos en la literatura, este fenómeno probablemente no sea infrecuente”.

Cuando se trata de comerse a sus dueños, los gatos son los más culpables y, para ser justos, se ha descubierto que le gusta comer a humanos muertos, especialmente el rostro.

Un instinto ancestral

Aunque tampoco son demasiado selectivos a la hora de conocer un cadáver, ya que una granja de cadáveres hizo un hallazgo sorprendente cuando se dieron cuenta que un grupo de gatos se había colado en la propiedad para alimentarse de los cuerpos que se usaban para investigaciones científicas.

Pero la reputación es algo injusta, ya que la escasa evidencia que rodea a los perros indica que ellos también mordisquean primero esa zona. De hecho, National Geographic nos presenta varios casos, incluyendo uno donde un perro se comió la cara de su dueño en menos de una hora después de su muerte, a pesar de que había medio plato de comida para perros en el suelo.

Así que la búsqueda en la basura de las mascotas no se limita solo a situaciones desesperadas, y se han visto a varios perros comerse a sus dueños, a pesar de tener varias fuentes alternativas de alimento. Así que, por más cariñoso y atento que seas con tu mascota, y por más dulce que parezca él, no le impedirá probarte.

Ese sabor podría ser la diferencia entre el duelo y la comida, ya que es posible que el olor y el sabor de la sangre desencadenen los instintos carnívoros. Mientras el cachorro protesta por su silencio con un mordisco inquisitivo en la nariz, una compulsión innata de alimentarse podría hacerse cargo y el fallecido tendrá pocas defensas para tratar de mantenerse fuera del menú.

Así que, si en algún momento te has preguntado si tu mascota es capaz de comerte si, por algún motivo, mueres de repente, la respuesta es sí, no durará en hacerlo.